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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencillez. A lo que debemos sumarle el eterno debate en

Cinco Canciones

Camilo Velasquez  What goes on, The velvet underground Si me pidieran que elija cinco canciones (as í nom á s, como si uno pudiera elegir cinco canciones sin arriesgar la dignidad o algo peor) la primera ser í a What goes on, de The Velvet Underground. No estoy muy seguro de que la descripci ó n sea una buena manera de acercarse a una canci ó n; pero puesto en estas tendr í a que decir What goes on no empieza sino que irrumpe  como si el encargado se hubiera demorado un segundo en hundir el bot ó n rojo de la consola. Sin que haya exactamente un crescendo se van sumando instrumentos y la cadencia repetitiva de esos pocos acordes alcanza la consistencia id ó nea para suspender cualquier tipo de incredulidad. La verdad es que uno cede o cede. No se necesita saber de m ú sica para o í rla y llegar al final sintiendo que las cosas est á n para resolverse de la manera m á s sencilla. Grabada a finales de 1968, esta canci ó n aprovecha cada recurso para no sonar a 1968

Recital poético en Bogotá.

El miércoles 30 de noviembre de 2016, de 07:00 a 09:00. P.M en La Aldea Nicho Cultural, Barrio Las Aguas, Bogotá, Calle 17 # 2-77, tendrá lugar el evento El poeta tiene la palabra: tras las huellas del YO.  Primer encuentro de poesía autobiográfica. Contará con la presencia de un grupo reconocido de poetas. El evento estará acompañado por la magnífica presentación de la banda Citadino Blues. No se lo pueden perder.La Aldea está que Arde. Invitan Seshat Ediciones www.seshat.co y La Aldea Nicho Cultural www.aldeanichocultural.org

Cinco del país del sueño

Gustavo Arango Ahora que los Estados Unidos pueden estar empezando a ser cosa del pasado, agradezco esta oportuna invitación de Corónica a mencionar mis cinco novelas estadounidenses favoritas. Las aventuras de Tom Sawyer Primero la primera. La recuerdo perfectamente porque fue la primera novela que leí por decisión propia. Por allá, a comienzos de los setenta, mi padre llegaba a casa cada viernes con un nuevo libro de la Biblioteca Básica Salvat. Nunca me dijo que leyera. Ponía en el “multimueble” de la sala el nuevo libro y esperaba con paciencia a que yo mordiera el anzuelo. Tardé poco en caer. Me llamó la atención el libro de Mark Twain, tal vez porque tenía la palabra “aventuras” en el título. Me atrapó desde la primera página. Admiré la astucia del protagonista para que sus amigos hicieran su tarea de pintar la cerca. Fue un privilegio entrar al mundo de la literatura de la mano de un autor fresco e ingenioso. Fue una suerte que los protagonistas tuv

Cinco novelas eróticas

Marco Tulio Aguilera G La novela de Violeta , que leí hace muchos años, es la historia bastante inquietante, de la relación entre un hombre mayor una jovencita. Es enervante de principio a fin, a diferencia de Lolita , de Nabokov, que tiene largas parrafadas moralistas. Esta novela se ha atribuido a Alejandro Dumas y a Teófilo Gautier. Inmaculada o los placeres de la inocencia , de García Ponce, se inicia con una frase memorable: "Quiero que me cojan todo el día y toda la noche". Pretende ser abiertamente pornográfica y lo logra. Lolita , de Nabokov, no es enervante sino de gran profundidad psicológica y hace pensar en Dostoievski (aunque Nabokov abominaba de este autor). La crucifixión rosada , de Henry Miller, obra en tres volúmenes (Sexus, Plexus y Nexus) es descaradamente autobiográfica y de un cinismo que resulta simpático (cuenta la vida de un vividor que explotaba a las mujeres y a sus amigos para poder vivir sin trabajar