Así se llama la novela escrita por Lionel Shriver, ganadora
del premio Orange en 2005 y adaptada al cine por Lynne Ramsay. La película es
protagonizada por Tilda Swinton y Ezra Miller, la actuación de Swinton es
magistral, como siempre. La historia seduce de inmediato porque las historias
sin explicación perturban, esas cosas amargas que pasan y nos obligan a
preguntarnos ¿Por qué?
Tan pronto como pude, busqué el libro pensando: si la
película es tan buena, el libro debe ser aún mejor. Compré la edición de
Anagrama, empieza con el epígrafe: “Un niño necesita más vuestro amor cuando
menos lo merece” de Erma Bombeck. Como dice Laura Freixas al respaldo del
libro, la novela ataca uno de los mitos más intocables de la cultura en que
vivimos, el de la maternidad feliz. Pero, para no contar la historia y
alentarlos a que vean la película o lean el libro, hablaré mejor de lo que a mi parecer es otro gran logro de Shriver:
la capacidad para contar una historia ficticia como si fuera verdadera hasta el
punto de que uno ya no cree ni por asomo que se trate de una historia “de
mentiras”. Eva Katchadourian debe ser una realidad, esa mujer que escribe
cartas existe y debe haber pasado por todo lo que cuenta porque cómo si no
logra que la acompañemos en tan penosa situación y no nos preguntemos ni por un
instante por qué ella lo aguanta todo si las cosas se van poniendo cada vez
peor. Como dice su autora, se trata de “una de las peores situaciones
posibles”.
Por lo general esas historias donde hay malos que son malos
porque si no convencen y dan risa, pero en “Tenemos que hablar de Kevin” el
malo fortuito actúa con tal seriedad que al final uno termina creyendo que, en
efecto, no se necesita ninguna razón para ser malo y no hay nada de chistoso en
ello, muy al contrario, es trágico en extremo. El sueño más anhelado puede ser
también la peor pesadilla. La película está en Cuevana y como ya alguien dijo,
retrata un estado de deterioro de la mente. Recomiendo leer el libro porque,
aunque la película es muy buena, no muestra una parte importante de la
historia: lo ciego que era Franklin Plaskett el padre de Kevin. Mientras tanto
disfruten de la actuación de Swinton.
Comentarios
Publicar un comentario
Nos gustaría saber su opinión. Deje su comentario o envíe una carta al editor | RC