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Ejercito israeli |
Un blog de crítica y parodia sobre el mundo editorial español fundado en abril de 2011 por cuatro invetigadoras ultra secretas cuya cabeza responde a La sargento Margaret. Aquí la Url de Patrulla de salvación (del libro) y aquí la declaración de principios del blog:
Mi nombre es Margaret. La sargento Margaret. Como entiendo que debo comenzar dando buen ejemplo, confesaré que nací el 1 de enero de 1946, en Barcelona, España. Es decir: tengo 65 años. Mis amigas Daphne, Josephine y Samantha, aquí presentes, con amabilidad me dicen que no los aparento pero no me permiten que revele sus verdaderas edades. Chisssss, son mayores que yo. Pero yo esto no lo he dicho, ¿eh?
Las cuatro, desde hace 5 años, formamos el Club de lectura Las chicas de Oro. Nos reunimos todos los viernes a comentar el libro que decidimos leer durante la semana. Cada vez propone una de nosotras. Ya saben: unas pastitas, un café con leche…y al final 4 o 5 gintonics que terminamos metiéndonos cada una entre pecho y espalda. Lo pasamos estupendamente. En nuestras reuniones solo hablamos de libros, que es lo que más nos gusta. Los cotilleos, las penas y las desgracias están prohibidos.
Hace un par de viernes, con la tercera copa, empezamos a recordar lo bonito que era ir a comprar libros en la Barcelona de nuestra juventud. Aquellas librerías donde el dueño te conocía y, sabiendo lo que te gustaba, te recomendaba este o aquel libro. Te fiabas del librero porque sabías que era un hombre culto, que conocía el paño y solo te ofrecía lo que no te iba a defraudar. Recuerdo a don Joan que siempre me decía: “Si este no te gusta, te devuelvo el dinero y te regalo otro”. Nunca tuvo que regalarme ninguno. En aquellos años, además, las editoriales eran una garantía y seleccionaban los autores en función de su calidad. Había editoriales para todos los tipos de libros y cuando comprabas algo de un sello determinado sabías que no te iban a dar gato por liebre.
Hoy las cosas han cambiado mucho. Cada día hay menos librerías. Las pocas que quedan están atendidas por jóvenes iletrados que trabajan allí porque no pueden hacer otra cosa. Siempre puedes ir a los Grandes Almacenes pero ni se te ocurra preguntar si este libro es bueno porque la dependienta pondrá cara de póquer.
La situación de los medios de comunicación, de los suplementos culturales y, en concreto, de los críticos literarios no es más halagüeña. Los periódicos sufren una grave crisis porque ven que su edición en papel tiende a desaparecer y la digital no paga todos los gastos. Los suplementos culturales no se autofinancian porque la publicidad de productos culturales es cada vez menor estando la industria del libro, del cine y de la música de capa caída. Los críticos. Para qué hablar de ellos. Hace más de 5 años que ni yo ni mis amigas recordamos haber leído una crítica claramente desfavorable a un libro de una gran editorial. Piensen ustedes. Les recuerdo el asunto Echevarría. ¿Qué crítico de El País se atreve a poner verde un libro de Alfaguara? O ¿Qué crítico de El Cultural pone a caer de un burro un libro de La Esfera de los libros?.
No se puede una fiar de nadie. Nuestra última esperanza blanca eran los numerosos blogueros literarios que han poblado la red en los últimos años. Los veía servidora como paladines de la independencia y la honestidad. Pues resulta que nos hemos enterado, hace unas fechas, que todos ellos reciben ejemplares gratuitos para reseñar de las editoriales. Adiós a nuestros Príncipes Valientes.
Con la digitalización y la desintermediación las editoriales cada vez se separan más del papel de prescriptor que entendemos está en la esencia de su labor. Saliendo del escenario personajes tan importantes como libreros y editoriales y vendiéndose a mejor postor medios y críticos comienza esto, el mundo del libro, a parecerse a la jungla. La ciudad sin ley. La situación la están aprovechando los listillos para hacer de las suyas: editoriales digitales que permiten la autoedición sin el más mínimo criterio de selección, escritores que tienen su propio blog para auto promocionarse sin pudor, traducciones hechas de aquella manera, críticos que no dicen lo que piensan, grupos de autores que se juntan en movimientos literarios prefabricados (Véase Nocilla y otras cremas) etc…Todos hacen lo que les da la gana y nadie levanta acta de los desaguisados.
Ante este triste panorama, perplejas, reflexionábamos cuando, hace 3 días, fuimos al cine a ver el documental “İnside Job”. La película cuenta como la desregulación el mercado financiero, la deshonestidad de los ejecutivos, la complicidad de los expertos en economía y la dejadez e ineptitud de los políticos han generado la brutal crisis económica por la que estamos atravesando. Al salir del cine, mientras consumíamos unos limonchelos, las cuatro chicas de oro nos dimos cuenta que el mundo del libro lleva el mismo camino que el financiero y que alguien debería hacer algo.
Nosotras ya estamos jubiladas y la que no es viuda, está separada. Nuestros hijos, mal que bien, criados. Cobramos nuestras modestas pensiones y tenemos poco que hacer, salvo leer. Nos planteamos, entonces, que nos gustaría hacer algo por la sociedad, como aquellas mujeres de Ejercito de salvación que hace más de 100 años lucharon a favor de las buenas costumbres. Queremos por ello poner nuestro granito de arena para intentar restablecer el orden en el mundo editorial. Este es el motivo por el que hemos decidido abrir este blog, La Patrulla de salvación, donde destacaremos todo aquello que nos parezca que puede dañar a eso tan bonito, y al tiempo delicado, que es el Libro.
Son bienvenidas sus denuncias. Todo aquel que se haya sentido engañado por algún autor, editorial o medio de comunicación puede mandar un correo a:
margaret.salvacion@gmail.com
Comprobaremos a fondo la denuncia, dando opción al presunto culpable a defenderse, y publicaremos todo aquello que entendamos constituye una auténtica ofensa al Libro.
Debe quedar claro, para terminar, que esto no es blog de crítica literaria. Que una persona dedique varios años, o meses, a escribir un libro nos produce muchísimo respeto. Un libro a mí me puede parecer muy malo pero a otra persona le puede parecer magnífico. Respetamos mucho, además, la labor del auténtico crítico – aunque pocos la lleven hoy a cabo- como para entrometernos en algo para lo que no estamos capacitadas.
Ya nos hemos puesto en marcha. En breve tendrán ustedes noticias nuestras.
¡Todo por el Libro!
Nuestra visión: El Libro está en peligro.
Nuestra Misión: Estar atentas a lo que ocurre en el mundo editorial para denunciar aquello que pueda hacer daño al libro.
La sargento Margaret
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