Entre intentos y fracasos, pasando por la risa y la rabia, entretelones es una obra que expone el difícil proceso de la puesta en escena de una de obra teatro con actores que en diversos momentos, experimentan serios problemas con las líneas de diálogo, con sus compañeros, con el escenario. Una actriz a punto de jubilarse invierte su dinero en una obra que no tiene pies ni cabeza, dirigida por un “gran dramaturgo”, todos los personajes se ven envueltos en la desesperación de poder culminar el único ensayo que tienen antes de presentarse en público.
Dirigida por Pedro Salazar, Entretelones ha tenido una gran
acogida a nivel mundial, y Bogotá no ha sido una ciudad indiferente al género
de comedia que está sobre el escenario. Un director que no entiende cómo ha
podido poner en marcha el ensayo y la obra, moviéndose por las diferentes líneas
de las sillas del teatro (castellana), el director protagonizado por Nicolás
Montero, juega de cierta forma con los espectadores que están viendo y sintiendo
junto a los personajes una obra que será una farsa.
La actriz más veterana, protagonizada por Consuelo Luzardo,
tiene serios problemas de memoria que le impiden culminar las escenas bien. Un
escritor de cuarenta años protagonizado por Alejandro Riaño, está tratando de
invadir los impuestos junto a su esposa los cuales, regresa de España para
esconderse. Ya en su casa, la pareja de esposos se encuentra con el agente de
la inmobiliaria que está con una “clienta” la cual quiere tenerlo en la cama. La
ama de llaves se vuelve una cómplice de un juego por el escenario en donde al
final, todos los personajes se encuentran.

Una obra teatral cómica para toda la familia, requiere de
atención y paciencia, varios de los espectadores al terminar la obra comentaban
que la obra fue un fracaso, mejor es decir que no la entendieron, pues se trata
una obra que muestra el proceso de otra obra que fracasó. Necesita
concentración y una situación de angustia que sólo se da cuando el espectador
se incrusta en la obra, pues si el asunto es ver chistes es mejor quedarse en
casa y ver sábados felices o los comediantes de la noche –si este último
existe, desconozco la información-. El primo Rojas después de terminar una gran
temporada en ese teatro –la castellana- con su obra “las botas del tío Manuel”,
estuvo allí viendo entretelones y pude evidenciar alegría y risas durante toda
presentación, esto da una tranquilidad al considerar que si un comediante tan
especializado como Primo Rojas la disfrutó, es porque no fue un tiempo perdido.
Comentarios
Publicar un comentario
Nos gustaría saber su opinión. Deje su comentario o envíe una carta al editor | RC