Omar García Ramírez*
2
Encontraron un poema agonizando
entre las líneas negras y los espacios blanco-hueso de papel de un periódico…
Encontraron un poema en la última página: crónica de crímenes y elecciones.
La crónica roja parecía tomar cierto brillo al lado de las caras de los maleantes de turno.
El poema se derrumbaba sobre un charco de tinta
/y agitaba sus brazos como dos metáforas lisiadas.
Encontraron un poema pequeño: no alcanzaba a ser incluido en la antología de un funcionario de la academia. Se le debería llamar una larva de poema; un abortado en la calle de la lírica.
Encontraron un poema envuelto entre los periódicos del día anterior.
Estaba podrido ––ya se sabe, los poemas a veces, cuando no alcanzan a balbucear, perecen rápido; es de anotar, que su olor es como de gorrión ligero––Un pájaro dando su frágil cuerpo a los gusanos de los anuncios publicitarios.
Encontraron un poema.
Una muchacha que pasaba por allí lo escuchó…
(Una ligera bocanada; cachorro de perro amarillo buscando el aire de la tarde).
Ella lo recogió, le dio un poco de agua con azúcar, lo acunó en su regazo y se lo llevó a su buhardilla visitada por torcazas.
Parece que se recupera; parece que quiere crecer; parece que canta.
3
Existe un poema
Que canta desde las azoteas, francotirador iluminado.
Apunta al corazón del cielo azul para detonar la lluvia de la primavera.
Existe un poema…
Sortilegio guardado
por la nieta dorada de una hermosa hechicera que no pudo ser quemada.
Existe un poema…
Naciendo de la armónica solar, como un canto de sol...
Hundido en el costado la tarde.
Es un poema que entra a bucear a pulmón limpio…
Busca lunas de bucaneros borrachos que cayeron por la borda.
Hay un poema como un escudo, como un espejo.
Esta allí…
En un museo de antigüedades
Esperando el encuentro con la mirada y con la voz que le dé un nuevo brillo.
Acertijo antiguo. Objeto fuera de época.
Algo que cayó por ese agujero por donde se pierden los soles
cubiertoS de arena…óxido dorado sobre el filo acelerado de la luz…
En la carroza de una feria de circo de pueblo… Gira, y gira, y gira.
Carrusel iluminado
por el dulce algodón de las bombillas…
pasa, su lengua roja, contra el azul del verano.
Hay un poema que vuelve a nacer…
Estrella líquida reflejada en la marea de la noche.
Un poema que respira.
*Artista plástico, poeta y novelista quindiano.
Bien Omar, gracias por sus poemas.
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