Ir al contenido principal

El abrigo de las letras



Jerónimo García Riaño*

Hace poco repasé uno de los tantos decálogos que existen sobre cómo escribir cuentos. Siempre, como en todos los consejos, aparecen opiniones diferentes entre uno y otro autor a partir de su experiencia, lo que ellos consideran que debe tenerse en cuenta al momento de escribir. En ese decálogo encontré dos elementos que llamaron mi atención, y que, a mi juicio, creo que son fundamentales para que exista la idea inicial de un cuento: deben trascender la anécdota y debe ser contundente, que deje una emoción cuando el lector termine de leerlo. Eso es básico. Y es una discusión que he visto entre colegas en estos días por Facebook alrededor de la necesidad de recuperar la fuerza y el lenguaje de los cuentos, donde debe pasar algo y no simplemente la necesidad de contar una historia, porque, una vez más, lo único que termina por narrarse es una anécdota.

Y estos dos elementos los encontré en el libro de cuentos El abrigo, del escritor tolimense Jorge Eliecer Pardo. Este libro es una recopilación de 19 cuentos distribuidos a lo largo de un rango temporal (cuentos que recorren desde 1982 hasta 2015) y que denotan un estilo en la escritura que madura con el tiempo, por supuesto, pero que sostiene de manera especial la intención que tiene Pardo con cada una de sus historias, generar una sensación. Hay historias llenas de fantasía onírica, otras que narran la cotidianidad de una persona cualquiera, en un día cualquiera; y las de los últimos años, que dejan la imagen de la violencia que ha vivido el país en hechos históricos ocurridos años atrás. Es un libro que posee el poder de poner muchas sensaciones en el rostro.

Pero también Jorge Eliecer Pardo tiene gran cuidado con el lenguaje, que es sencillo, pero a la vez da la posibilidad de recrear una imagen que queda impregnada en la cabeza por un largo rato, como si fuese necesario procesarla para dejarla por siempre como un recuerdo. En el cuento Piso 20, donde un hombre está enseñando unos apartamentos, esto dice el narrador cuando entra a ver uno de ellos.

“”Duplex”, dice el doctor. El primer nivel tiene un baño blanco; por supuesto el olor de los papeles untados de excremento, amontonados en un balde plástico, nos avasalla. Después una alcoba. “Perdonen el desorden”, dice luego de toser. Pequeña, refraccionada. Un lecho sin hacer, la sábana con la marca del cuerpo del doctor en una sombra de sudor, las manchas de su tos desperdigadas en las fundas de las almohadas, amarillosas, gotas de pus que pueden ser sacadas con la uña. Al frente, un reloj antiguo, con un hombre corpulento que golpea la campana de oro, cada doce horas. Las paredes llenas de mujeres hermosas, fotografías en blanco y negro, un seno pequeño salido de la blusa, ojos tristes, labios pintados de rojo, con pincel… erotismo de otros tiempos(…)Un radio Philips con su parlante en tela bordada, cíclope de los años treinta, aguarda sobre una repisa de cetro…”

En otro cuento, llamado El otro adiós, un hombre se imagina con su mujer en el mar, y el narrador lo cuenta así:

“Navegaba en un pequeño navío sobre un mar limpio y bajo un cielo de azul inmenso se hacían el amor con el arrullo de la quietud, con el rasgado vuelo de los alcatraces, sintiendo que los llamaban desde el fondo de la vida y la muerte invitándolos a los profundos abismos en el momento en que anclaba su ansiedad en medio de la estrella perdida de sus amores.”

Y son muchas las figuras como éstas que aparecen en este libro de cuentos que nació en Bogotá, en Ibagué y en un vuelo París Bogotá: de allí provienen cada uno de las historias de El abrigo. Espacios y tiempos diferentes que le dan un matiz de nostalgia, de tristeza, de dolor, de los años vividos, unos gozados y otros no, de cada uno de los personajes de los cuentos.

Siempre cuando leo un cuento, si es bueno lo marco con un chulo de color rojo, si es muy bueno le pongo dos chulos. En este libro son varios los que tienen un chulo y otros que  tuvieron dos chulos, como dos gaviotas rojas que buscan el sol. Los cuentos con dos chulos fueron El hongo y Nicteorfalis, dos cuentos cortos pero contundentes, con unos finales bien logrados, un giro inesperado… Son de esos cuentos que caben en la teoría de Cortázar de que un cuento debe ganar por knockout. Otro ítem de los decálogos.

El abrigo es un libro que cobija a las palabras y procura tratarlas con cuidado para que cuando aparezcan ante los ojos del lector, dejen en ellos una huella sutil de una historia que se transformará en recuerdo.

Una de esas palabras abrigadas es Rococó. Por ser tan poco común, y siendo la que más aparece en el libro, me llamó la atención. Entonces la busqué en Wikipedia, pues no tenía una idea concreta de su significado, solo divagaba por mi cabeza el recuerdo inexacto de las poca veces que la escuche en la televisión.   “Rococó: es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre los años 1730 y 1760 aproximadamente. Se caracteriza por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología, la representación de los cuerpos desnudos, el arte oriental y especialmente los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual.”

¡Qué más puedo decir! El abrigo es toda una obra Rococó.

*Cuentista. Acaba de publicar Corazón de araña negra, su primer libro.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta abierta a William Ospina, Por Fernando Cruz Kronfly

Carta abierta del novelista Fernando Cruz Kronfly al novelista William Ospina tras la columna publicada en el diario El Espectador ("De dos males"), en la que el ensayista manifiesta públicamente su voto a favor de la extrema derecha, entre las dos derechas que disputan la presidencia de Colombia. Aquí la columna de Ospina . Revista Corónica reproduce a continuación la carta abierta del escritor Fernando Cruz Kronfly :   "Cali, Junio 2, 2014  Querido William: Tú sabes la amistad y el afecto que nos une. Eso está claro y nada de esto se afectará. Pero, la publicidad de tu documento me obliga a hablarte en público. Entonces, debo decirte que tu decisión de preferir al Zorro sobre el Santo me ha llenado de estupor. No necesitabas explicarla de una manera tan aterradora. Lo de menos es tu voto anunciado, del que eres libre y soberano. Se trata de una decisión que, por supuesto, no comparto pero que respeto. Así es como suele decirse, con educación? Pero, lo que me ll...

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencil...

El visitante, de Andrés Elías Flórez Brum

John Jairo Zuluaga* Andrés Elías Flórez Brum, El visitante, Bogotá, Caza de Libros-Pijao Editores, 2008. 76 P. Un lector silvestre que recorra las páginas de la novela corta: El visitante puede encontrarse con una historia del montón. Una de tantas, en las que se ven inmersas, a menudo, personas de cualquier pueblo del trópico colombiano. En cambio, un lector avisado encontrará en esa misma obra un refinamiento técnico que vale la pena mostrar. La obra sigue la tradición de novelas construidas con marco de composición, tal como lo evidencian Las mil y una noches , El Decamerón y, en el caso colombiano, La vorágine, de José Eustasio Rivera. El marco de composición: “Se construye a la manera de un formato previo e independiente, que antecede y da paso a la historia central, y luego lo cierra. Ese formato introductorio que luego cierra al final, se parece al marco de un cuadro de pintura, porque desde afuera rodea la historia central”. (Isaías Peña, E...

Cinco cuentos de Santander, por Daniel Ferreira

La gente quería un favor pero no lo pedía. No había fórmulas de deferencia, porque era una sociedad sin castas. No se usaba más que una forma del pronombre para el trato: usted. Lo cual creaba distancia en la conversación. Se llegó a confundir esa parquedad con agresión, hasta que se aceptó como una forma de la autonomía y acaso de la timidez, porque la mayoría sigue siendo una población de origen campesino y de autosuficientes madres solteras. No hubo esclavitud africana en ese territorio, pero sí alcabalas indígenas con impuestos infames. A las etnias rebeldes de origen Caribe que poblaron las riberas del río grande que llamaban Caripuaña o río de los muertos, se les persiguió y fueron diezmadas por los españoles con un arma bacteriológica: dejaban abandonados en medio de los pueblos indígenas a un enfermo con viruela. Pipatón lideró la resistencia indígena hasta que fue capturado y llevado al panóptico donde le dejarretaron los pies para impedir su fuga. El primer alzamiento cont...

Cinco poemas para un regreso

Por Carlos Alberto Castrillón* Me piden que escoja los cinco poemas de autores quindianos que más me gustan. De inmediato la mente se activa y permanece alerta por un buen rato. Regresan las viejas lecturas y los momentos gratos que la poesía favorece. La memoria se pone en “modo taxonómico”, pero al poco tiempo las jerarquías entran en crisis. Debo incluir un poema de El libro de los fantasmas, de Luis Vidales, poemario un tanto menospreciado ante el brillo de Suenan timbres; el poema ha estado marcado en ese libro desde hace 30 años. Es obligatorio agregar la poderosa «Canción del amor fugaz», de Carmelina Soto, que considero un ejemplo perfecto de su poética rebelde y autónoma. Un poema de Ricardo Cuéllar es indispensable para recordar una poesía densa y perdurable con la que conecté sin dificultades cuando la conocí tardíamente. Para el balance de tono, ya escogí uno de Omar García Ramírez, que ofrece el contraste perfecto, con la lucidez y el descreimiento que admiro en su poes...

Cinco poemas en la niebla

Título: “Cristal herido” - Técnica: Óleo sobre madera Medidas: 60 x 70 cm. Autor: Manuel Aguirre M. Por: Carlos Castillo Quintero Crecían las palabras hasta la altura de mi corazón y reía sin olvidar la peligrosa edad de las manzanas. Carlos Martín L a literatura colombiana nació en Tunja , así lo afirmaba R.H. Moreno Durán (1945-2005). Incendiario y polémico, el novelista y ensayista tunjano, autor de la trilogía Fémina Suite aludía con esta afirmación a la obra de Sor Josefa del Castillo y al extenso poema Elegías de varones ilustres de Indias , escrito por don Juan de Castellanos, bitácora literaria de la colonización del Nuevo Mundo.             Ya en el siglo XIX se destaca la figura del chiquinquireño Julio Flórez, poeta popular cuya obra mantiene vigencia. Hacia 1939, Jorge Rojas, poeta nacido en Santa Rosa de Viterbo, funda el movimiento Piedra y Cielo , intento vanguardista de l...

CINCO POEMAS DEL MAGDALENA

Por: Angélica Hoyos Guzmán Es una tarea de canonistas escoger sólo cinco, sobre todo interpretando una definición de algo que aún se escapa de los más eruditos y sofisticados pensamientos ¿Qué es poesía? Me han pedido seleccionar cinco poemas del Magdalena colombiano y más allá de la filiación de esta tierra, me preocupa dejar por fuera algo o mucho dentro de mis preferencias. Por eso me remitiré al más común de todos los filtros, el de la publicación, o el más cercano que tengo, el de los libros que me han regalado y que son de poetas nacidos o adoptados por el Magdalena. Dejaré por fuera las fotos de Leo Matiz, aunque me parecen poesía pura; también se irá de este apartado “La piragua” que me lleva lugares de mi infancia y los más recónditos paisajes. Tendré que nombrar en lo que dejo a los decimeros del Departamento del Magdalena, quienes aún hoy cantan sus historias de la rivera. Es un acto de total injusticia escoger cinco poemas. Pero aquí voy a poner orden a mis afectos, ...

Manual de comportamiento para gente formidable, en Santamaradona

Uno de los blogueros veteranos, Maximiliano Vega de Santamaradona, sigue activo en 2013 y acaba de publicar un monográfico sobre el comportamiento adecuado de los que quieren perdurar. Llega un momento en que la juventud, ese Dios de barro, empieza a derretirse y entonces hay que fijar decálogos para las generaciones venideras. El índice y los autores de este Manual: Cómo esperar una epifanía Mónica Sánchez Lázaro Cómo contagiarse de estoicismo Andrés Gualdrón Cómo dedicar un gol Norman García Cómo sobrevivir una relación a larga distancia Olavia Kite Instrucciones para evolucionar hasta hacer la evolución irrelevante Mauricio Duque Arrubla Cómo perder la cabeza JG Cozzolino Cómo ser desfogado y primitivo Macky Chuca Cómo sobrevivir, seis tesis Javier Moreno Cómo diseñar una cantaleta para resultados más eficientes María Camila Vera Cómo mantener la calma Ana Malagón Cómo decir adiós Maximiliano Vega Cómo olvidar una memoria Oscar Rodríguez ...

Karl Buchholz: el librero y el contrabando de arte durante el nazismo

La revista Focus informó que en un apartamento de Múnich fueron encontradas 1.500 obras de arte entre las que se cuentan obras de  Picasso, Klee, Matisse, Chagall.  La noticia difundida dice que eran obras abstractas consideradas por los jerarcas nazis como  pintura “degenerada”, por lo cual habían sido confiscadas. La revista alemana Focus informó que Cornelio Gurlitt , el propietario de la vivienda en Munich, heredó de su padre las obras de arte que habían sido dadas como desaparecidas. Hildebrand Gurlitt se desempeñaba como director de museo contratado por los nazis para vender las obras de arte en el extranjero, pero aparentemente mantuvo algunas en su poder.  De un modo nebuloso se ha difundido en Colombia la importancia de Karl Buchholz, fundador de la librería Buchholz de Bogotá, mecenas de la revista Eco, como un miembro más en la cadena que hizo posible este salvamento. En la revista Semana una nota ligera resalta el hecho entre los sucesos destacado...

Discurso de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura 2022

Annie Ernaux, Premio Nobel, diciembre 2022 fuente: wmagazín Discurso de Annie Ernaux por el Premio Nobel de Literatura 2022. Traducción del francés de la revista mexicana Pijamasurf : ¿Por dónde empezar? Me he hecho esta pregunta decenas de veces delante de la página en blanco. Como si tuviera que encontrar la frase, la única, que me permitiera empezar a escribir el libro y barrer con mis dudas de golpe. Una especie de llave. Hoy, para afrontar una situación que, tras el estupor del acontecimiento –"¿de verdad me está pasando esto a mí?– mi imaginación me presenta con un miedo creciente, es la misma necesidad la que me abruma. Encontrar la frase que me dé la libertad y la firmeza para hablar sin temblar, en este lugar donde me han invitado esta noche. Esa frase, no necesito buscarla muy lejos. Surge. En toda su nitidez, su violencia. Lapidaria. Irrefragable. La escribí hace sesenta años en mi diario íntimo. "Escribiré para vengar mi raza". Se hacía eco del grito de Rimb...