El taxista llama dos veces es un thriller que narra las aventuras que un conductor y un periodista viven al resolver el misterio del asesinato de una hermosa mujer. Escrita por Antonio García Ángel y Juan Carlos Rodríguez, con ilustración de Keco Olano.
Óscar Arbeláez
Un trio de amigos, compuesto por dos literatos y un arquitecto, creó la obra que recién lanza el sello Reservoir Books perteneciente a la editorial Penguin Random House. Hecho que resulta significativo para el cómic colombiano si se tiene en cuenta que en su catálogo figuran títulos de autores como Daniel Clowes, Joe Sacco, Art Spiegelman, Charles Burns y la dupla conformada por Jodorowsky y Moebius; todos creadores insignia del noveno arte.
El taxista llama dos veces es una obra auto-conclusiva que dará de que hablar por un buen tiempo por ser la primera de una serie cuyo contenido expone situaciones de ilegalidad, muerte y protagonistas que deciden investigar por su cuenta. Proyecto cuya fortaleza recae en la implementación de elementos característicos del género negro con una narrativa visual alusiva a escenarios y personajes propios de la cultura popular bogotana.
Publicado en un formato de novela gráfica o álbum europeo, con papel satinado, tapa blanda, y cuyo valor agregado está en la calidad en el dibujo, coloreado y manejo tipográfico. Es una composición cuidadosa cuyas viñetas combinan distintos estilos entre bordes, espacios tiras y textos que permiten diferenciar las secuencias y dan originalidad principalmente a las transiciones.
La razón por la cual se destaca el apartado gráfico de la obra está en el notorio y particular contraste entre las partes a color que vivencian los protagonistas de la trama principal con las que están a blanco y negro, las cuales narran una historia paralela sobre una novela que escribe uno de los personajes en estilo de prosa extravagante, representada en forma de cómic a partir de convenciones como las onomatopeya. Las ilustraciones a una página (splash-page) también son destacables.
Este proyecto fue en resultado de un trabajo años, los tres autores concuerdan en considerarlo como “un tributo a su amistad”. Se génesis se remonta a los años noventa cuando siendo estudiantes en la Universidad Javeriana García y Rodríguez deciden participar en un concurso de guion cinematográfico. Inspirados en la novela negra, el cine de los noventa, el rock, la cultura citadina de Bogotá con todos sus paisajes urbanos. No ganaron, en parte porque la escritura audiovisual requiere de un formato que para entonces ellos no dominaban. Por mucho tiempo el proyecto estuvo detenido hasta que, hace ocho años, por casualidad, encontraron una versión guardada en un viejo floppy disk, motivo por el cual decidieron retomarlo, ahora aplicando toda su experiencia en creación literaria para desarrollar lo que hoy constituye El taxista llama dos veces.
Mencionar la trayectoria de los creadores resulta clave pues evidencia rasgos que consolidan la esencia del cómic. Con tres novelas publicadas, el caleño Antonio García Ángel desarrolla una narrativa que busca representar a la ciudad de Bogotá con Recursos humanos (2006) y Declive (2016). En Tu casa es mi casa (2001) involucra aspectos del género policiaco. Por su lado, Juan Carlos Rodríguez se ha dedicado sobre todo a los relatos y el cuento, con la publicación de El viento agitando las cortinas (2008), y participando en compilados y antologías de amor junto a varios escritores, también escribe columnas de humor para la Soho. Por último, El ilustrador, Keco Olano, nacido en Barcelona, conoció a García Ángel de sus años en Cali, con quien ya ha trabajado en otros proyectos. Trabaja como dibujante, docente y dibuja cómics para las revistas Don Juan y Larva.
Cuentan ellos que mucho es lo que quedó de la idea original, sobre todo la historia base. Vale la pena destacar que su esencia refleja tanto las influencias propias de la época en que se concibió, los años noventa, como cuando se retomó y empezó su ejecución, en la primera década del dos mil. Las atmosferas y escenarios donde trascurren los eventos son el resultado de una metodología de trabajo implementada por parte de los autores. Tardándose años, observando y fotografiando los lugares para consolidar de forma gráfica las diferentes locaciones. Es fácil reconocer, por sus calles y edificios sectores como La Soledad, Los Alcázares, El Centro, Suba, Lourdes y la Plazoleta Banderas; sumándole emblemáticos supermercados y centros esotéricos sin obviar los infaltables huecos, los trancones y la iconografía de los grafitis. Se presenta una ciudad latinoamericana con el ambiente propicio para un thriller sin que estos rasgos característicos de Bogotá sean el tema principal.
Otro aspecto subrayable de la obra es todo el componente intertextual que se logra con menciones a los mundos del cine y la música. Dicho aspecto enriquece la naturaleza de los personajes, sobre todo la de Julio, el periodista amigo de Miguel, el infortunado taxista. Su cinefilia lo lleva a escribir una novela llena de clichés, eje de la subtrama. Esa novela es una mezcla lo que está viviendo Julio con situaciones ficcionales que recuerdan al lector personajes arquetípicos interpretados por Uma Thurman y Richard Gere en Kill Bill e Internal Affairs, respectivamente. Sumándole muchas otras alusiones a películas. Por otro lado, el aporte roquero –suenan a lo largo del libro canciones de Nine Inch Nails y AC/DC–acompaña y complementa momentos claves dentro del desarrollo de la historia.
El taxista llama dos veces es una pieza que dan ganas de repetir. Fue realizada con tal minuciosidad que al releerla permite al lector encontrar en los detalles elementos que si bien pueden pasar desapercibidos caracterizan la obra desde una estética muy definida, la cual se espera se consolide en las partes que siguen. El taxista llama dos veces es un thriller que narra las aventuras que un conductor y un periodista viven al resolver el misterio del asesinato de una hermosa mujer. Escrita por Antonio García Ángel y Juan Carlos Rodríguez, con ilustración de Keco Olano.
Óscar Arbeláez
Un trio de amigos, compuesto por dos literatos y un arquitecto, creó la obra que recién lanza el sello Reservoir Books perteneciente a la editorial Penguin Random House. Hecho que resulta significativo para el cómic colombiano si se tiene en cuenta que en su catálogo figuran títulos de autores como Daniel Clowes, Joe Sacco, Art Spiegelman, Charles Burns y la dupla conformada por Jodorowsky y Moebius; todos creadores insignia del noveno arte.
El taxista llama dos veces es una obra auto-conclusiva que dará de que hablar por un buen tiempo por ser la primera de una serie cuyo contenido expone situaciones de ilegalidad, muerte y protagonistas que deciden investigar por su cuenta. Proyecto cuya fortaleza recae en la implementación de elementos característicos del género negro con una narrativa visual alusiva a escenarios y personajes propios de la cultura popular bogotana.
Publicado en un formato de novela gráfica o álbum europeo, con papel satinado, tapa blanda, y cuyo valor agregado está en la calidad en el dibujo, coloreado y manejo tipográfico. Es una composición cuidadosa cuyas viñetas combinan distintos estilos entre bordes, espacios tiras y textos que permiten diferenciar las secuencias y dan originalidad principalmente a las transiciones.
La razón por la cual se destaca el apartado gráfico de la obra está en el notorio y particular contraste entre las partes a color que vivencian los protagonistas de la trama principal con las que están a blanco y negro, las cuales narran una historia paralela sobre una novela que escribe uno de los personajes en estilo de prosa extravagante, representada en forma de cómic a partir de convenciones como las onomatopeya. Las ilustraciones a una página (splash-page) también son destacables.
Este proyecto fue en resultado de un trabajo años, los tres autores concuerdan en considerarlo como “un tributo a su amistad”. Se génesis se remonta a los años noventa cuando siendo estudiantes en la Universidad Javeriana García y Rodríguez deciden participar en un concurso de guion cinematográfico. Inspirados en la novela negra, el cine de los noventa, el rock, la cultura citadina de Bogotá con todos sus paisajes urbanos. No ganaron, en parte porque la escritura audiovisual requiere de un formato que para entonces ellos no dominaban. Por mucho tiempo el proyecto estuvo detenido hasta que, hace ocho años, por casualidad, encontraron una versión guardada en un viejo floppy disk, motivo por el cual decidieron retomarlo, ahora aplicando toda su experiencia en creación literaria para desarrollar lo que hoy constituye El taxista llama dos veces.
Mencionar la trayectoria de los creadores resulta clave pues evidencia rasgos que consolidan la esencia del cómic. Con tres novelas publicadas, el caleño Antonio García Ángel desarrolla una narrativa que busca representar a la ciudad de Bogotá con Recursos humanos (2006) y Declive (2016). En Tu casa es mi casa (2001) involucra aspectos del género policiaco. Por su lado, Juan Carlos Rodríguez se ha dedicado sobre todo a los relatos y el cuento, con la publicación de El viento agitando las cortinas (2008), y participando en compilados y antologías de amor junto a varios escritores, también escribe columnas de humor para la Soho. Por último, El ilustrador, Keco Olano, nacido en Barcelona, conoció a García Ángel de sus años en Cali, con quien ya ha trabajado en otros proyectos. Trabaja como dibujante, docente y dibuja cómics para las revistas Don Juan y Larva.
Cuentan ellos que mucho es lo que quedó de la idea original, sobre todo la historia base. Vale la pena destacar que su esencia refleja tanto las influencias propias de la época en que se concibió, los años noventa, como cuando se retomó y empezó su ejecución, en la primera década del dos mil. Las atmosferas y escenarios donde trascurren los eventos son el resultado de una metodología de trabajo implementada por parte de los autores. Tardándose años, observando y fotografiando los lugares para consolidar de forma gráfica las diferentes locaciones. Es fácil reconocer, por sus calles y edificios sectores como La Soledad, Los Alcázares, El Centro, Suba, Lourdes y la Plazoleta Banderas; sumándole emblemáticos supermercados y centros esotéricos sin obviar los infaltables huecos, los trancones y la iconografía de los grafitis. Se presenta una ciudad latinoamericana con el ambiente propicio para un thriller sin que estos rasgos característicos de Bogotá sean el tema principal.
Otro aspecto subrayable de la obra es todo el componente intertextual que se logra con menciones a los mundos del cine y la música. Dicho aspecto enriquece la naturaleza de los personajes, sobre todo la de Julio, el periodista amigo de Miguel, el infortunado taxista. Su cinefilia lo lleva a escribir una novela llena de clichés, eje de la subtrama. Esa novela es una mezcla lo que está viviendo Julio con situaciones ficcionales que recuerdan al lector personajes arquetípicos interpretados por Uma Thurman y Richard Gere en Kill Bill e Internal Affairs, respectivamente. Sumándole muchas otras alusiones a películas. Por otro lado, el aporte roquero –suenan a lo largo del libro canciones de Nine Inch Nails y AC/DC–acompaña y complementa momentos claves dentro del desarrollo de la historia.
El taxista llama dos veces es una pieza que dan ganas de repetir. Fue realizada con tal minuciosidad que al releerla permite al lector encontrar en los detalles elementos que si bien pueden pasar desapercibidos caracterizan la obra desde una estética muy definida, la cual se espera se consolide en las partes que siguen.
Comentarios
Publicar un comentario
Nos gustaría saber su opinión. Deje su comentario o envíe una carta al editor | RC