Angélica Hoyos Guzmán tiene 35 años, es escritora, licenciada en lenguas modernas, magister en lingüística del Instituto Caro y Cuervo, ha desarrollado estudios de maestría en literaturas colombianas y latinoamericanas en la Universidad del Valle y es candidata a doctora en literatura de la Universidad Andina Simón Bolívar. Ha desarrollado sus investigaciones en varios frentes: sociolingüística y análisis del discurso, memoria y sobrevivencia, literatura escrita por mujeres y literatura colombiana y latinoamericana. Este es, en términos generales, el perfil que da voz a la primera editorial especializada en escritura femenina en Colombia: Virginia & Co Ediciones.
¿Cómo nace Virginia & co, ediciones?
La editorial feminista se concibió primero como un proyecto familiar que pensamos desde hace varios años entre el escritor Javier Zamudio y yo, queríamos hacer una editorial que marcara la diferencia, pues notamos la marginación de las propuestas literarias femeninas en Colombia y en Latinoamérica.
Adicionalmente, cuando inicié mis estudios de maestría en la Universidad del Valle tuve la fortuna de tomar dos seminarios de literatura y género con la profesora y poeta Cristina Valcke, allí conocí las inquietudes, la diferencia en la mirada desde el punto de vista del género, la sensibilidad de la escritura femenina y las problemáticas que enfrentamos las mujeres desde hace muchos siglos, por pensar, por escribir, por salirnos de los moldes preestablecidos por la sociedad. Digamos que allí, en el espacio del seminario, con mis compañeras y congéneres, aprendí que se lee diferente, que se escribe desde una genealogía, aprendí la herencia de las dificultades que enfrentamos las mujeres escritoras; fundamentalmente el proyecto editorial ahora, ya materializado, tiene esa filosofía. Publicar entendiendo que no es diferente la escritura femenina a la de los hombres, que no hay que demostrarle nada a nadie, pero sí hay una mirada femenina desde la que publicamos y miramos el mundo.
¿Por qué una editorial que apuesta por la escritura femenina?
En nuestro círculo cercano de escritores y escritoras notamos que algunas mujeres escritoras que han ganado muchos premios importantes a nivel internacional y nacional han sido relegadas al olvido. Es el caso de Anabel Torres, por ejemplo. Sencillamente no se las lee, por distintas razones, bien sea porque han dicho algo que no ha gustado en el círculo literario, o porque están lejos de los círculos literarios mismos. Nosotros queremos romper con estas brechas. Reconocemos que tanto hombres como mujeres escritores tienen esa dificultad de publicar, pero creemos que Colombia tiene una deuda histórica con sus escritoras, tiene unos valores principalmente aristocráticos en cuanto a la producción literaria y queremos abrir un espacio de publicación más democrático que ayude a las mujeres a hacerse visibles en el panorama de las letras, pero sobre todo a llegar a los lectores desde sus propuestas y sensibilidades.
¿Cómo se complementa el trabajo editorial, con el trabajo creativo y de investigación?
En mi caso, el trabajo creativo me llevó a inscribirme en seminarios, porque en lo que Bloom denomina la angustia de las influencias, nunca me reconocí. Por ello me interesaba ver qué mujeres habían escrito antes que yo y cómo lo habían hecho, me tocó hacer mi propia genealogía para poder fundamentarme como autora. Esto es lo que dicen Sandra Gilbert y Susan Gubar que hacemos todas las mujeres escritoras. Ahora bien, yo investigo ahora sobre la memoria de la violencia y lo que denomino la sobrevivencia, pero mi investigación tiene una perspectiva ampliamente feminista, no sólo por incluir mujeres en ella, sino que la mirada, la fundamentación es también desde la filosofía y el enfoque feminista. Creo firmemente que las propuestas políticas femeninas son comunales, así también sus agentes, tanto hombres como mujeres. Eso lo investigo desde la poesía, desde esa sensibilidad que rompe con la letra como representación falogocéntrica y que habla en el lenguaje presimbólico, en el de las madres, como diría la filósofa italiana Luisa Mouraro. Entonces supongo que trato de vivir los tres procesos políticamente, el de la editorial a partir de la mirada, el de la creación y la investigación a partir de la elección deliberada de la escucha atenta, que es un gesto feminista por antonomasia, o al menos así lo considero.
¿Por qué apostar por literatura de rescate?
Muchas escritoras del siglo XIX, por ejemplo, no fueron reconocidas y valoradas en su momento, por ello es necesario publicarlas y leerlas. Además de las opciones que para una editorial implican un crecimiento en sus colecciones de rescate, yo creo que publicando estas voces de mujeres escritoras, que fueron las Pioneras, como se llama nuestra colección, también le estamos respondiendo a una sociedad cada vez más desvinculante, que pareciera retroceder en cuanto a sus concepciones y nociones de la diferencia.
Este es nuestro primer libro, que inaugura la Colección las Pioneras. Esta novela la conocí en un seminario de literatura del siglo XIX que tomé con Fernando Balseca en Ecuador, es curioso ese dato porque yo soy del Caribe y la novela, la edición que Balseca nos presentó es de la gobernación de La Guajira y no la conocía entonces. Por ello me inquietó, la leí y ya venía leyendo varias propuestas literarias del XIX en relación con las guerras, me di cuenta rápidamente de lo que esta autora se había atrevido a hacer: una novela histórica de la violencia, la primera tal vez, una novela indigenista, una novela que ponía el Caribe como centro del imaginario de la época, lo cual se le adjudica a otros autores en Colombia, como a García Márquez. Así, después de pensar cuál sería nuestro primer libro de la editorial, de darnos cuenta además la dificultad de conseguir esta novela en el mercado para investigación o para el goce de leer, consideramos que hay que darle a esta autora la posición, el reconocimiento de pionera con su propuesta en Colombia, por ello le dedico un comentario crítico, por ello invito a leerla. Este año queremos publicar tres libros, nos hemos demorado con el primero, le hemos puesto mucho cariño y queremos que salgan libros bellos. No solo por su contenido, sino por una edición cuidada. Alimentando este proyecto, alterno a nuestros trabajos, por fin salió la primera publicación. Esperamos ahora dedicarle un cronograma de difusión. Para el segundo semestre tenemos una compilación de narrativa contemporánea escrita por mujeres, que abrirá la Colección Atenea Siglo XXI. Hacia el final de año queremos publicar un ensayo y abrir una colección en esa línea textual, pues queremos también abrirle espacio a la difusión del pensamiento de las mujeres. Estamos pensando también en nuestro catálogo para el 2019, tenemos ya varias opciones para Colección Pioneras, también queremos abrirle el espacio a la poesía, es muy probable que en 2019 tengamos nuestra primera publicación de LenguaMadre, que es la colección de poesía.
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