Ir al contenido principal

Falleció el artista Vicente Rojo

Portada de Cien años de soledad, segunda edición, diseñada por Vicente Rojo

El artista y diseñador Vicente Rojo falleció en Ciudad de México a los 89 años  debido “a complicaciones cardiacas”, informó el periódico La Jornada. En la revista Gatopardo puede leerse un reportaje en su estudio de la ciudad de México.

Nacido en Barcelona, España, en 1932, ciudad en la que hizo estudios de escultura y cerámica, llegó en 1949 a México, país que aprendió a amar apasionadamente, como él mismo

en un amplia entrevista difundida el lunes precisamente para festejar su vida y obra.

Diseñador gráfico, pintor y escultor, Vicente Rojo es uno de los artistas más importantes del abstraccionismo, adscrito a la Generación de la Ruptura. Volcanes es una de sus series de esculturas más conocidas. [--] En España hizo sus primeros estudios de arte en 1946, en la Escuela Elemental del Trabajo. Llegó a México en 1949, a petición de su padre, Francisco Rojo, quien ya residía aquí como refugiado político desde el fin de la guerra civil española. Precisamente una exposición que Vicente dedicó al periplo de su progenitor, titulada 80 años después: cuaderno de viaje de Francisco Rojo Lluch en el vapor Ipanema. Burdeos-Veracruz. Junio-julio de 1939, se inauguró este miércoles en Monterrey, como parte de las actividades de la feria del libro UANLeer 2021.

Vicente Rojo fue sobrino del general Vicente Rojo Lluch, el más acreditado jefe de las tropas de la Segunda República española que se opusieron al golpe de Estado protagonizado por el general Francisco Franco.

Ya en México, a partir de 1953, colaboró en el diseño de la revista Artes de México; en el suplemento México en la Cultura, del diario Novedades, en la oficina de ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes, en la Revista de la Universidad de México, de la Universidad Nacional Autónoma de México, y en el suplemento La Cultura en México (1962-1974) de la revista Siempre!

Obtenida la nacionalidad mexicana, estudió pintura en la escuela de arte La Esmeralda de la Ciudad de México. En 1991 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el área de Bellas Artes; en 1994 recibió en España la Medalla al Mérito en las Bellas Artes 1994 y aquí la Medalla Bellas Artes 2011. Ingresó a El Colegio Nacional el 16 de noviembre de 1994.

Fue cofundador en 1960 de la Editorial Era, de cuyo consejo editorial formó parte y donde también colaboró como director de arte.

En la entrevista que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) difundió en sus redes sociales desde el lunes como homenaje al artista, Rojo compartió que desde los cuatro años supo que tenía la vocación de crear y que le gustaba pensar que seguía siendo un niño que jugaba con los colores: “cuando comencé tenía seis lápices de colores, ahora tengo cajas con 30 o con 60”.

Sobre la guerra del franquismo, recordó que “todo era oscuridad, las estrellas eran muy brillantes en la noche. Entonces yo caminaba porque iba a la escuela de siete de la tarde a nueve de la noche. Cuando salía de la escuela veía un cielo estrellado, tenía 12, 13, 14 años, y creía que a lo mejor esas estrellas las estaba viendo mi padre en México. Eso me daba una cierta tranquilidad, cercanía. Sabía que mi padre no iba a volver, pero mi madre había tenido la habilidad de mantener la presencia de mi padre, así que había una relación lejana pero al mismo tiempo cariñosa”.

Vicente Rojo siempre expresó una idea esencial: que no se puede vivir sin amar “y que sin un amor la vida no se llama vida”, por eso, siempre se rodeó de entrañables amigos que lo acompañaron, protegieron, ayudaron y quisieron a lo largo de los 72 años que vivió en el país donde deja un enorme legado. Mónica Mateos-Vega 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Discurso de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura 2022

Annie Ernaux, Premio Nobel, diciembre 2022 fuente: wmagazín Discurso de Annie Ernaux por el Premio Nobel de Literatura 2022. Traducción del francés de la revista mexicana Pijamasurf : ¿Por dónde empezar? Me he hecho esta pregunta decenas de veces delante de la página en blanco. Como si tuviera que encontrar la frase, la única, que me permitiera empezar a escribir el libro y barrer con mis dudas de golpe. Una especie de llave. Hoy, para afrontar una situación que, tras el estupor del acontecimiento –"¿de verdad me está pasando esto a mí?– mi imaginación me presenta con un miedo creciente, es la misma necesidad la que me abruma. Encontrar la frase que me dé la libertad y la firmeza para hablar sin temblar, en este lugar donde me han invitado esta noche. Esa frase, no necesito buscarla muy lejos. Surge. En toda su nitidez, su violencia. Lapidaria. Irrefragable. La escribí hace sesenta años en mi diario íntimo. "Escribiré para vengar mi raza". Se hacía eco del grito de Rimb

Roberto Saviano, En la sombra de la muerte, un documental de Elisa Mantin

Roberto Saviano (Nápoles, 22 de septiembre de 1979) es un periodista, escritor y ensayista italiano.​ En sus escritos y artículos utiliza el reportaje y la literatura para contar la realidad económica, territorial y de empresa de la Camorra en Italia y del crimen organizado en general. Saviano saltó a la fama en 2006 con la publicación de su novela Gomorra, en el que describe los negocios de la Camorra, basándose en hechos reales. Amenazado de muerte, vive escoltado desde entonces. En la sombra de la muerte es un documental de Elisa Mantin.  

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencillez. A lo que debemos sumarle el eterno debate en

John Reed por Paco Ignacio Taibo II (Los nuestros, documental)