Ir al contenido principal

Los diez mejores libros de 2013, por Camila García

Camila Bordamalo: escritora y dibujante. Es miembro de www.revistacoronica.com. Escribe en hojablanca.net y en su blog Cuentos al borde de la locura.

Estos son los libros cuya lectura disfruté en este año que llega a su final, hubo otros libros por ahí pero me aburrieron, no los terminé, no me atraparon.

Norteamericanos: casi me atrevo a decir que son una garantía de buena literatura.  El país de las última cosas [Paul Auster] me produjo una pesadilla, me hizo sentir y pensar cosas que no había pensado o que no había entendido del todo, cosas de cuyas dimensiones yo no era consciente, logró que el Apocalipsis, algo que nunca me había interesado, pasara a ser uno de los temas más atractivos para mí, literariamente hablando. 

La conjura de los necios [John Kennedy Toole] me hizo reír y reconocer en Ignatius J. Reilly a personas que alguna vez he visto, es una novela divertidísima, con un humor negro exquisito.

Los cuentos de Roald Dahl los leí hace muchos años, recordaba que eran buenos solamente y los busqué para leerlos otra vez y sí, son buenos, muy buenos, el talento genuino de Roald Dahl es evidente.

El gran descubrimiento del año para mí fue Raymond Carver, me enamoré de su literatura y leí todos sus libros, los personajes alcohólicos, los diálogos...todo, me gusta absolutamente todo de Carver, me gusta la melancolía americana. Carver me produjo un renacer creativo, yo estaba como dormida, no podía escribir nada, nada me parecía digno de ser contado, nada me emocionaba, llegó Carver a mi vida y transformó mis días, empezó a parecerme que la vida cotidiana, la aburrida vida cotidiana puede llegar a ser interesante, sobre todo si hay algo de alcohol alrededor, digo interesante para uno como escritor no como protagonista, como observador, no se trata de volverse alcohólico. Desde que lo leí empezaron a suceder cosas carverianas en mi vida, empecé a asomarme a escenas muy propias de Carver y de Bukowski.

Y no podía quedarme sin leer algo de la Premio Nobel 2013, Alice Munro. Si les gusta Carver les gustará Munro: las páginas de sus libros destilan melancolía también, melancolía canadiense, que para mí es igual a la americana, permitiéndome ser políticamente incorrecta y diciendo americana para referirme a estadounidense. De Munro no me gustan todos sus relatos, la prolijidad en los detalles llega a aburrirme en unos pocos, pero la mayoría me parecen impecables, tiene una forma de escribir muy especial, me gusta mucho lo certera que es describiendo el mundo interior de sus personajes. Los cuentos de amor son de una agudeza maquiavélica y hacen que a uno le den ganas de escribir historias de amor.

El país de las últimas cosas – Paul Auster
La conjura de los necios- Jhon Kennedy Tool
Historias extraordinarias- Roald Dahl
Relatos de lo inesperado- Roald Dahl
Principiantes- Raymond Carver
Tres rosas amarillas-Raymond Carver
Si me necesitas, llámame- Raymond Carver
Catedral-Raymond Carver
Demasiada Felicidad-Alice Munro
Las lunas de Júpiter-Alice Munro

Comentarios

Entradas populares de este blog

Se estrena el documental basado en la vida de Jacobo Grinberg

Reforma, sobre la desaparición de Jacobo Grinberg, 1995 | Fuente: El País Jacobo Grinber Zilberbaum fue un psicólogo mexicano dedicado al estudio de la conciencia. Escribió medio centenar de libros entre los que destacan una serie sobre el chamanismo mexicano (Chamanes de méxico, Pachita), libros de cuentos como La luz angelmática, su libro de memorias La conquista del templo, manuales de experimentos llevados a cabo en el Laboratorio del Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia, investigaciones financiadas por la UNAM y el gobierno mexicano. Desaparecido en extrañas circunstancias, aún indeterminadas, su figura y obra ha retomado un impulso para su internacionalización. Estucha Grinberg, hija y heredera, ha relanzado una plataforma digital con la totalidad de la obra de Grinberg digitalizada . Y en el festival de Cine de Málaga España 2020 se ha estrenado el documental El secreto del doctor Grinberg . Grinberg egresó de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde cursó la

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencillez. A lo que debemos sumarle el eterno debate en

Que hablen de ti, aunque sea mal

Carlos Castillo Quintero E l nombre de Oscar Wilde va unido al ruido y la figuración. Mordaz y extravagante, este escritor irlandés sigue vigente con libros como «El retrato de Dorian Gray», «Salomé», o «La importancia de llamarse Ernesto». Sin duda Wilde fue una de las mayores personalidades de su tiempo; celebrado como poeta y dramaturgo, deslumbró a los salones londinenses con su ingenio. Fue acusado de sodomía, enjuiciado, condenado, y recluido en la cárcel de Reading. Murió en 1900, en el exilio, arruinado material y espiritualmente. Hoy, de su extensa obra que incluye poemas, cuentos infantiles, obras de teatro, libros de ensayos, una novela, y cientos de epigramas, son estos últimos los más leídos gracias a la explosión de las redes sociales. Escribió Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti” , frase que han traducido los asesores de imagen simplemente como: Que hablen de ti, aunque sea mal . Esta recet

El visitante, de Andrés Elías Flórez Brum

John Jairo Zuluaga* Andrés Elías Flórez Brum, El visitante, Bogotá, Caza de Libros-Pijao Editores, 2008. 76 P. Un lector silvestre que recorra las páginas de la novela corta: El visitante puede encontrarse con una historia del montón. Una de tantas, en las que se ven inmersas, a menudo, personas de cualquier pueblo del trópico colombiano. En cambio, un lector avisado encontrará en esa misma obra un refinamiento técnico que vale la pena mostrar. La obra sigue la tradición de novelas construidas con marco de composición, tal como lo evidencian Las mil y una noches , El Decamerón y, en el caso colombiano, La vorágine, de José Eustasio Rivera. El marco de composición: “Se construye a la manera de un formato previo e independiente, que antecede y da paso a la historia central, y luego lo cierra. Ese formato introductorio que luego cierra al final, se parece al marco de un cuadro de pintura, porque desde afuera rodea la historia central”. (Isaías Peña, E

Cinco cuentos de Santander, por Daniel Ferreira

La gente quería un favor pero no lo pedía. No había fórmulas de deferencia, porque era una sociedad sin castas. No se usaba más que una forma del pronombre para el trato: usted. Lo cual creaba distancia en la conversación. Se llegó a confundir esa parquedad con agresión, hasta que se aceptó como una forma de la autonomía y acaso de la timidez, porque la mayoría sigue siendo una población de origen campesino y de autosuficientes madres solteras. No hubo esclavitud africana en ese territorio, pero sí alcabalas indígenas con impuestos infames. A las etnias rebeldes de origen Caribe que poblaron las riberas del río grande que llamaban Caripuaña o río de los muertos, se les persiguió y fueron diezmadas por los españoles con un arma bacteriológica: dejaban abandonados en medio de los pueblos indígenas a un enfermo con viruela. Pipatón lideró la resistencia indígena hasta que fue capturado y llevado al panóptico donde le dejarretaron los pies para impedir su fuga. El primer alzamiento cont