Tim Keppel y Juan Felipe Gómez en Calarcá (Cortesía: calarca.net)
Juan
Felipe Gómez*
¿Qué tienen en común las
ciudades de Cali, Colombia, y Filadelfia, EU? Poco, o nada, dirán quienes hayan
tenido la oportunidad de visitarlas o de vivir en ellas. Pero si hacemos la
misma pregunta referida a la trayectoria vital y creativa del escritor Tim
keppel, podremos obtener otras respuestas: por ejemplo, que son ciudades
ocupadas por hombres y mujeres que caminan al borde del abismo de la soledad; ciudades
de contrastes que sirven de escenario, en sus calles, edificios, casas y zonas
visibles y marginales, a pequeños dramas íntimos que agobian por igual a ricos
y pobres, blancos y negros, locales y foráneos. Son, en síntesis, las ciudades
donde transcurren las historias que componen su más reciente colección de
cuentos, ¿A dónde vas?, con el que fue
finalista del segundo Premio
Biblioteca Narrativa Colombiana.
Salta
entonces la pregunta de cómo un extranjero es finalista de un concurso de
narrativa colombiana. Una respuesta que tal vez sirva para abrir la discusión
la ofreció Mario Jursich, uno de los jurados del premio, en entrevista para el
diario El Mundo: “En la Constitución está consagrado que Colombia
es un país plurilingüe. Aparte de eso, muchos narradores colombianos escriben
en inglés. Tim Keppel ha vivido más de veinte años en Cali y la mayoría de sus
cuentos son inequívocamente colombianos. ¿Por qué no habríamos de considerarlo
uno de los nuestros? Me gusta la posibilidad, teórica y fáctica, de que el
inglés sea uno de nuestros idiomas literarios”.
El hecho de que estos cuentos hayan sido
escritos originalmente en inglés (como sus dos obras anteriores), y publicados
en algunas revistas de Estados Unidos, no debe ser óbice para reconocerlos, en
su conjunto, como una obra de gran factura narrativa que trasciende cualquier
chovinismo, independientemente de que haya sido considerada para un premio
nacional.
La decisión de armar bloques con los cuentos
que se desarrollan respectivamente en Filadelfia (Norte) y Cali (Sur), le da a
la obra un rasgo de multiculturalidad fruto de la mirada de un autor que, sin
perder su condición de forastero, apropia y aprende a narrar con precisión lo
que observa.
Ya desde su primer volumen de
relatos, Alerta de terremoto, Keppel
había demostrado su talento para dar cuenta de la idiosincrasia de este, país
de geografías y climas caprichosos, país de amenazas naturales y conflictos
enconados, país de diversidades e inequidades, de amores y odios.
Con una ubicación precisa, y el
foco puesto más en los personajes y sus conflictos internos y cercanos, los
cuentos de ¿A dónde vas? revelan
mucho de la tradición de la que se ha nutrido el autor. Formado en escritura
creativa en su país, donde estos estudios han alcanzado niveles de excelencia y
gran popularidad, Keppel se ubica como heredero de la mejor cuentística
norteamericana, donde nombres como los
de Sherwood Anderson, Flannery O’Connor, John Cheever, Raymond Carver, o el más
contemporáneo Tobbias Wolff, son de referencia obligatoria.
En Filadelfia, ciudad de la que
muchos tenemos una imagen gracias a la película del mismo nombre protagonizada
por Tom Hanks, Keppel rastrea a desposeídos y solitarios que esperan una nueva
oportunidad, un nuevo camino de redención por la vía del amor, de la familia,
de un orden social transigente y acogedor. Lugares icónicos como el metro
subterráneo, el barrio latino, los callejones, los bares y albergues son transitados
por los personajes cuyo carácter es marcado por el ambiente de la ciudad, una
nostalgia suspendida en el tiempo que define el tono de los relatos.
Y si de ambientes y elementos
emblemáticos se trata, los de Cali, la ciudad a la que Keppel arribó hace más
de veinte años, se presentan de manera sutil, sin exotismos, aunque dando
cabida en algunos de los relatos a lugares comunes como los ambientes de rumba,
donde hombres devastados buscan algún solaz; el consumo de drogas y la figura
idealizada de Andrés Caicedo y su influencia.
De los relatos que se ubican
en esta ciudad, vale la pena detenerse en Comején.
El derrumbe de una relación ante la imposibilidad de tener hijos, la plaga que
deteriora no solo muebles y libros, sino la psicología de los personajes; el
desasosiego creciente, el miedo a la soledad; todos estos elementos se
articulan con un sentido narrativo excepcional que deja en claro las
posibilidades de la literatura, y en este caso del género cuento, para atrapar
y recrear a través del lenguaje esos episodios de indefensión ante la azarosa
realidad.
De norte a sur, de Filadelfia
a Cali, la distancia geográfica y cultural se acorta cuando el propósito es
contar bien, y contar buenas historias. Esto es lo que consigue Tim Keppel en ¿A dónde vas?, una obra cuya única
etiqueta debería ser la de “libro de cuentos”, un muy buen libro de cuentos
publicado en Colombia. Ni más, ni menos.
*Cuentista y gestor quindiano
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