Ir al contenido principal

Correspondencia abierta



QUERIDO HUMBERTO

Heme aquí, querido Humberto, poseído por tu rostro y por tus libros, como cuando nos hermanaba la literatura y pensábamos que podíamos hacer con nuestros escritos un mejor país.

Parece que lo hicimos mal, Humbertico, porque este país cada día está peor. Claro que él es quien se lo pierde, porque nos ha leído muy poco o no nos ha leído. Y así es imposible imaginar que en algo o en alguien hayamos influido para que este sea el país que soñamos, más culto, más libre, más tolerante, más feliz.

Bueno, a decir verdad, tú sí lo hiciste bien porque dejaste un retrato certero de nuestra sociedad agraria, lo mejor que se ha escrito en este sentido en y sobre nuestra región. A la manera de Rulfo, como te lo dijo Manuel Zapata Olivella cuando descubrió que vivías en Neiva, tan provinciano como los bizcochos de achira. Tan real como la Violencia. Y no te lo recuerdo para alabarte, sobre todo a estas alturas, sino para ser justo con tu obra.

Tú biografía reza: Humberto Tafur Charry nació en Fortalecillas, corregimiento de Neiva, el 14 de marzo de 1935. Y yo agrego que acababas de cumplir 50 años cuando la adversidad te entregó el tiquete de partida el 8 de septiembre de 1985. Hace la bobadita de treinta y dos años.

Apenas cincuenta años de vida, Humbertico. Se me ocurre especular cuántos libros hubieras publicado si hubieras gastado los años que he gastado yo, veinte más que tú. A lo mejor ninguno, como me ha pasado a mí. Porque, fíjate, después del infarto que me golpeó a finales del 2009, pensé en que la vida me había dado una segunda oportunidad y tenía la obligación moral de escribir cuantos libros tenía todavía en la cabeza. No los hice, Humbertico, me dediqué a celebrar la vida de otra forma y un poco a descreer de la literatura, con todo lo que nos ha dado, y a pensar que he perdido el tiempo escribiendo tonterías para que nadie las lea.

Depresiones literarias, tal vez, que tú no alcanzaste a sentir, poseído por la fuerza de la palabra y la convicción absoluta en tu trabajo como la única herencia que podías dejarlo al mundo.

Debo reconocer que, con toda seguridad, tu sí los hubieras escrito por que tu disciplina, tu fortaleza y tu amor por la literatura eran inquebrantables. Si hasta me entregaste poco antes de morir la versión final de tus cuentos en un legajo de hojas, fotocopias borrosas, algunas ilegibles, y una novela en las mismas circunstancias. No pude hacer nada con ellos, tú sabes por qué.

Nunca olvidaré cuando recibí de tus manos tu primer libro de cuentos, “La paz de los carteles”. Era una modesta edición, pero yo sentí el mismo orgullo que sentiste tú al verte en letras de molde en un pequeño libro publicado por la Imprenta Departamental del Huila. Nos emborrachamos en la discoteca del Hotel Plaza, ¿lo recuerdas?

Tu oficio de escritor y tu afán de buscar lo mejor lo noté en la publicación de tu segundo libro de cuentos, “Los cazadores”, conformado por unos pocos nuevos, la mayoría revisión de los de tu primer libro. Lo publicó Pijao Editores en Ibagué porque Carlos Orlando Pardo, como yo, siempre creyó en ti.

Mejorar, siempre mejorar, era tu consigna. Porque hay que machacar, Humbertico, hasta lograr la perfección. Y tú lo hacías con tesón, si hasta cambiaste títulos y trocaste otros para lograr el equilibrio que fortaleciera tu convicción sobre una literatura contundente. Eso me enseñaste y de eso te estoy agradecido.

Luego vinieron tus novelas. “Tres puntos en la tierra” que casi tuvo su propio Encuentro Nacional de Escritores en Neiva para ver la luz en 1973. De nuevo tu insatisfacción. Revisaste el mamotreto, que se descuadernaba al abrir el libro, y lo convertiste en “La última noticia”, que publicó después Plaza y Janés en Bogotá, en 1979.

Luego “El séptimo hombre”, que es la única novela que contiene un prólogo en el cual se habla mal de la novela. Qué suerte, Humbertico. Tu mejor novela. A mi juicio, claro está, que a la hora de la verdad no importa para nada.

Pero en ella volcaste tu vida, en un momento en que escribir sobre sí mismo no era moda, eso que llaman la autoficción, y en ella volcaste los oficios que desempeñaste como todero por los pueblos del Huila, ya obrero del ferrocarril, ya agricultor comprometido con los desposeídos, ya diputado en la Asamblea, ya vendedor de seguros y de libros. Porque los conociste a fondo.

Así tu vida. Ahora heme aquí, Humbertico, recordándote, porque es septiembre, porque tu ejemplo me ha guiado siempre, porque espero que tu voz vuelva a orientarme por la senda correcta y renazca con la disciplina y la fortaleza que fueran tu faro permanente.

Recibe mi abrazo, Humbertico, y mi solicitud para que les jales las cobijas a quienes dirigen la cultura y después del espanto tus libros se reediten y te lean, porque es el mejor homenaje que se te puede hacer, treinta años después de que discutiéramos sobre personajes y novelas porque la literatura era el pan cotidiano en nuestras vidas.

Tu hermano de siempre:

Benhur Sánchez Suárez

Ibagué, Altos de Piedrapintada, 2017

Comentarios

Entradas populares de este blog

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencillez. A lo que debemos sumarle el eterno debate en

Se estrena el documental basado en la vida de Jacobo Grinberg

Reforma, sobre la desaparición de Jacobo Grinberg, 1995 | Fuente: El País Jacobo Grinber Zilberbaum fue un psicólogo mexicano dedicado al estudio de la conciencia. Escribió medio centenar de libros entre los que destacan una serie sobre el chamanismo mexicano (Chamanes de méxico, Pachita), libros de cuentos como La luz angelmática, su libro de memorias La conquista del templo, manuales de experimentos llevados a cabo en el Laboratorio del Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia, investigaciones financiadas por la UNAM y el gobierno mexicano. Desaparecido en extrañas circunstancias, aún indeterminadas, su figura y obra ha retomado un impulso para su internacionalización. Estucha Grinberg, hija y heredera, ha relanzado una plataforma digital con la totalidad de la obra de Grinberg digitalizada . Y en el festival de Cine de Málaga España 2020 se ha estrenado el documental El secreto del doctor Grinberg . Grinberg egresó de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde cursó la

Teatro en Bogotá: «La soledad de los nadies» en Casa TEA

Entrada libre obra de teatro  «La soledad de los nadies» en Casa TEA    Este 13,14 y 15 de julio el grupo de teatro abre el telón con una obra de teatro que ahonda en temas como la independencia, la identidad, la frustración y la dignidad humana a través de personajes condenados a la soledad.  Bogotá, 10 de julio de 2023.  Casa TEA (Teatro Estudio Alcaraván) este 13,14 y 15 de julio abre el telón con la obra de teatro «La soledad de los nadies», una creación colectiva bajo la dirección del maestro Álvaro Rodríguez y con la actuación de Paola Guarnizo, Lina Londoño y Tatiana Camargo. Esta obra da apertura al ciclo de «Los Alcaravanes» en donde se presentarán las obras realizadas por este grupo de teatro. “La obra ahonda en temas como la independencia, la identidad, la frustración y la dignidad humana a través de personajes condenados a la soledad y, por eso mismo, obligados a reivindicar su existencia por medio de la fantasía. Más allá de la moralidad o inmoralidad de los mundos inventa

Homenaje a Álvaro Mutis en Casa de América

Fuente Casa de América . Programa:   I. Diálogo: Bienvenida: - Luis Prados, director de programación de Casa de América. - Ernesto Pérez Zúñiga, subdirector de cultura del Instituto Cervantes. - Eduardo Ávila Navarrete, embajador de Colombia en España. Participan: - Pilar Reyes, directora de la división literaria del grupo Penguin Random House. - Juan Manuel Roca, poeta. II. Concierto: (15 minutos de duración) El grupo Como era en un principio, integrado por Ana María Fonseca Núñez (voz y dirección artística), Juan Camilo Araoz (guitarra barroca), Juan Miguel Sossa (tiple y bandola llanera) y Sebastián Villanueva (cuatro y percusión) interpretará las siguientes piezas: - Danzas españolas para guitarra barroca. - Tono humano del Siglo de Oro. - Villancico del Archivo de la Catedral de Bogotá. - Romance y danza de la tradición oral colombiana

El gesto desnudo. Guillermo Vélez | ¿Qué es y cómo se hizo?

El gesto desnudo. Guillermo Vélez ya está en imprenta. En video algunos detalles del proceso de producción. Este libro de Catherine Rendón y Corónica Editorial se lanzará el próximo 1 de diciembre en el Museo del Oro Quimbaya de la ciudad de Armenia. En la imagen toda la información: