Las audiencias cada vez más hiperfragmentadas se agrupan por afinidades, gustos e intereses en internet. Las redes sociales son proyecciones de dos de las cosas que más nos gustan: el chisme y el voyeurismo y la falsa privacidad y la camarilla. Por eso seguirán naciendo nuevas y seguiremos derrochando la brevedad de la vida en ellas.
Esta semana, mientras Facebook hacía su debut desastroso en la bolsa de valores y pedía miles de millones valorados en los datos privados de sus usuarios cautivos, WikiLeaks lanzaba su nueva red social identificada con un urogallo: WLFriends.
Friends of WikiLeaks, mejor conocida como WLFriends es otro proyecto de la organización que encabeza Julian Asange y que difundió a través de miles de periódicos los secretos clasificados por el gobierno de Estados Unidos a través de cables militares y de embajadas, con lo que dio un vuelco a los conceptos de privacidad y secreto de los gobiernos y dejó entrever el potencial informativo y contestatario de internet cuando se usa a favor de los ciudadanos. Hoy Estados Unidos revira y recrudece las penas y la represión y regula internet con leyes y condenas a los usuarios y obliga a las plataformas para modificar sus políticas de uso, mientras países como Holanda crean paradigmas de defensa de los usuarios desde su legislación.
Los creadores de WLFriends aseguran que esta red tienen una función social, por contraste al remate de datos que mostró Facebook esta semana: "apoyar y promover a todos los individuos, organizaciones y agencias que se encuentren en peligro por proporcionar información al público". Aseguran, además que será una red independiente, no regulada por las normas de Estados Unidos ni de otros gobiernos, y aseguran que no estará sometida al rastreo de información ni entregará datos algunos de sus miembros para proteger a los individuos que compartan en la misma.
Suena bien, aunque Estados Unidos tiene un brazo demasiado largo capaz de meterse en cualquier vientre de ballena. Dice el comunicado:
"WLFriends, es una red independiente formada por defensores de WikiLeaks de todo el mundo, no está sometida a las actividades diarias de la organización, ni al sistema de entrega anónima de información, ya que busca “proteger” a cualquier individuo que comparta sus ideales para hacer una sociedad más justa. Facebook le conecta con gente que ya conoce, no tiene sentido. WLFriends, por su parte, permite a la gente contactarse con personas que todavía no conoce pero que comparten su postura respecto a una causa. Está diseñado para construir una red de valor compartido, no para controlar”
De modo que el propósito de la nueva red social parece paralelo al propósito de WikiLeaks: difundir libremente la información y denunciar públicamente a gobiernos. Entre las distancias que dicen mediar entre ésta red social y sus hermanas siamesas (Facebook, Twitter, Linkedin) está el hecho de no entregar registros de las actividades de sus usuarios a terceros (gobiernos) pues utilizan códigos de grado militar para evitar "hackeos":
“Ni siquiera los administradores del sistema pueden descifrarla ya que el propio usuario decodifica los datos automáticamente al iniciar la sesión. La red ni siquiera sabrá el número de amigos que tiene en su cuenta.”
Su slogan resume claramente el propósito: Privacidad para nuestros datos y apoyo a todos aquellos simpatizantes en un entorno único y diferente en las plataformas actuales.
¿Pegará? ¿Perdurará?
Veremos.
Que haya una red social que no sea regulada por gobiernos sería excepcional.
Solo falta esperar que no lleguen a los diez millones de usuarios y la ferién en la bolsa de valores de Tokio.
Foto: LogoWLFriends
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