La Casa de la Cultura Caldas, Antioquia, convoca a los poetas colombianos e internacionales a participar de la XVII versión del Concurso, organizado por la institución desde 1992 para rendir homenaje al poeta y dramaturgo Ciro Mendía -Carlos Edmundo Mejía Ángel-, escritor autodidacta nacido en Caldas, Antioquia, el 01 de mayo de 1892 y fallecido en La Ceja del Tambo, Antioquia, el 04 de octubre 1979.
Bases
Pueden participar todos los escritores nacionales y latinoamericanos, que no tengan vínculo familiar o contractual con los organizadores del concurso. Los aspirantes deben enviar una obra inédita en español con no menos de treinta (30) poemas que no hayan sido premiados ni obtenido menciones en otros concursos; numerados, en tipo de letra Arial 12 puntos, papel tamaño carta por una sola cara.
El tema es libre. Cada concursante debe entregar su poemario en original y dos copias debidamente presentadas (argolladas, grapadas o legajadas) e identificadas con seudónimo. En sobre aparte y cerrado (PLICA) debe indicarse la siguiente información:
Título del poemario.
Seudónimo.
Nombres y apellidos completos.
Lugar de residencia (País, Estado o Departamento, Ciudad y/o barrio)
Fotocopia legible del documento de identidad.
Breve reseña bio-bibliográfica.
Comentario escrito sobre la manera como obtuvo la información sobre el concurso.
Los trabajos se recibirán de lunes a viernes, en horario de oficina (8:00 am a 12:00 m. y de 2:00 a 6:00 p.m., viernes hasta las 5:00 p.m.) a partir del 12 de junio y hasta el 12 de agosto de 2013 en la Casa de la Cultura del Municipio de Caldas Antioquia, ubicada en la Carrera. 49 Nº 128 Sur 70 .
Cualquier información adicional la puede solicitar a través del teléfono 278 07 40, al Fax 278 74 44 e-mail: culturacaldas@une.net.co . La organización del concurso no devolverá ejemplares ni mantendrá correspondencia con los concursantes.
La participación en este concurso implica la aprobación de las bases se entienden aceptadas con la entrega de los poemarios. Las obras enviadas por correo deberán ajustarse a las fechas, según el matasello del correo postal.
Premio
Se otorgará un premio único e indivisible de tres millones quinientos mil pesos colombianos ($3.500.000). Su entrega será personal e intransferible y tendrá una caducidad de sesenta (60) días a partir de publicado el fallo del jurado. El premio será entregado por la Dirección de la Casa de la Cultura, en ceremonia solemne programada para el día 04 de octubre de 2012 , a las 7:00 de la noche, en el Auditorio Ciro Mendía de la Casa de la Cultura. En caso de que el ganador esté radicado por fuera del Municipio de Antioquia, la institución correrá con los gastos de alojamiento.
Jurado
Estará integrado por tres escritores de reconocida trayectoria en el área de la poesía y su fallo será inapelable.
Fallo
El fallo del jurado será entregado en sobre cerrado el día 30 de septiembre de 2013 al Director de la Casa de la Cultura o a su delegado, quien será el único autorizado para su divulgación. El resultado final del concurso será publicado a través de las redes sociales de la Casa de la Cultura de Caldas, Antioquia, y por correo electrónico a los participantes registrados en el concurso.
Ciro de Medellín, por Jaime Jaramillo escobar
Cuando le conocí,
El maestro Ciro Mendía estaba completamente ciego,
Y se veía obligado a depender de personas que le robaban a cambio de la más mínima caridad.
El maestro Ciro Mendía, que había escrito tan jocundos versos,
Estaba en ese año de 1978 sin un plato en qué comer,
Pero tampoco tenía qué comer ni comía.
Tomaba aguardiente a pico de botella con cáscaras blancas de limón,
Y se arrastraba hasta el andén para rogar a algún transeúnte apresurado
Que le tomara al dictado los versos que había compuesto durante el día de insomnio,
Pero nadie tenía tiempo para ocuparse de semejante cosa,
Y el poeta repetía sus versos hasta que se le olvidaban.
Le habían hecho completamente a un lado por sus ideas “de izquierda”,
Que nunca supo lo que hacía su derecha,
Porque la mano izquierda es analfabeta.
En ese Medellín pedestre que frente al mundo tiene una sola pregunta: “¿Cuánto vale?”
Y una sola respuesta: “¿Cuánto me rebaja?”,
Ciro Mendía tenía el orgullo y la dignidad y la nobleza de la vieja raza,
Y en la práctica había dejado de ser antioqueño, pues nunca me preguntó “¿Cuánto le debo por su abrazo?”, “¿Cuánto me paga por el mío?”
–“Aquí tiene un abrazo gratis, le deseo suerte, caballero, y le encimo esta mano huesuda que ya no me sirve para nada”.
Cuando le dieron el “Hacha de Antioquia”,
(esa hachita dorada, un bibelot),
Él la recibió y permaneció en silencio.
Cuando todos los visitantes se fueron me dijo:
–“¡Tantos rayos que caen, y no caerme uno a mí!”
Ya estaba muy triste y muy flaco el maestro Ciro Mendía cuando le conocí.
El gobierno local le había retirado la modesta pensión que le permitía sobrevivir, porque también estaba muy viejo,
Y sólo la fábrica de licores le mandaba botellas de aguardiente.
No se resignaba el altivo maestro Ciro Mendía, no se resignaba sin embargo,
Y en la nobleza de su rostro, en sus finas manos, en el ademán caballeroso, en sus elegantes palabras,
El poeta trataba de alzarse de sus cenizas, y en un esfuerzo sobrehumano trataba a cada rato de volar.
Pero ya sus huesos estaban muy tristes y todos quebrados desde la muerte de Vladimiro,
Y no era cuestión de buena voluntad ni de fuerza de ánimo,
Sino un simple problema de gravedad.
Con Vladimiro su hijo y con el Espíritu Santo, “esa paloma estúpida”,
Que sin embargo representa la inteligencia como propiedad de la materia,
Se encuentra en el reino de las chicharras y el cagajón,
Que los mulos ponen gratis, pero los antioqueños lo recogen para venderlo por libras de 400 gramos.
El maestro Ciro Mendía, honor de su raza y de su pueblo,
Me habla desde sus versos con entereza, con amor, con ternura y con ese humor a la antioqueña que tanto hace reír al diablo.
No me habla desde su estatua, porque en Medellín no hay ninguna estatua de Ciro Mendía, ni maldita la falta que hace.
Si hubiera sido un poeta antiguo, hubiese tenido su estatua de mármol,
Del epicúreo mármol de Paros.
Pero a pesar de ser antioqueño no tenía depósito de ahorros, ni propiedad raíz, ni era socio de nada, ni estaba autorizado a portar tarjeta de crédito,
Es decir, no era nadie,
Pues en esta tierra donde cada poeta se considera el mejor del mundo,
Él apenas se atrevía a ser el mejor de su calle.
Quedó con la fama de no ser un poeta serio, porque no creía en nada,
Pero de todos modos nos dejó esa risa maliciosa, socarrona, comprensiva,
Que desborda inteligencia, bondad, aceptación y perdón.
Comentarios
Publicar un comentario
Nos gustaría saber su opinión. Deje su comentario o envíe una carta al editor | RC