Marco Tulio Aguilera G
La novela de Violeta, que leí hace muchos años, es la historia bastante
inquietante, de la relación entre un hombre mayor una jovencita. Es enervante
de principio a fin, a diferencia de Lolita, de Nabokov, que tiene largas
parrafadas moralistas. Esta novela se ha atribuido a Alejandro Dumas y a
Teófilo Gautier.
Inmaculada o los placeres de la inocencia, de García Ponce, se inicia con una frase
memorable: "Quiero que me cojan todo el día y toda la noche".
Pretende ser abiertamente pornográfica y lo logra.
Lolita, de Nabokov, no es enervante sino de gran
profundidad psicológica y hace pensar en Dostoievski (aunque Nabokov abominaba
de este autor).
La crucifixión rosada, de Henry Miller, obra en tres volúmenes
(Sexus, Plexus y Nexus) es descaradamente autobiográfica y de un cinismo que
resulta simpático (cuenta la vida de un vividor que explotaba a las mujeres y a
sus amigos para poder vivir sin trabajar en otra cosa que no fuera escribir).
Y Doctor Amóribus, que
escribí yo, la seleccioné porque no se me ocurrió otra. Me parece una novelita
divertida. Trata de un hombre que hace el papel de redentor de mujeres: se
acuesta con todas para tratar de solucionar sus represiones y en un intento
inconsciente de encontrar el amor.
No olvidar el libro de cuentos cortos eróticos llamado "El Copulario" publicado en Armenia hace cuatro años.
ResponderEliminarLa novela de Marco Tulio me recuerda el cuento de Rulfo, Anacleto Morones.
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