Jorge Iván García
Armenia, 1963. Hizo parte del colectivo cultural Sonorilo. Sus poemas han sido publicados en varias revistas y libros, entre los cuales cabe mencionar Papeles y Razones, 1989; Quindío vive en su poesía y Antología poética del siglo, 1999. Estos poemas hacen parte de su libro inédito Una camisa blanca y otros harapos.
Siémbrate
Siembra una semilla
en la tierra de tu mano.
Ponle un madero horizontal
para que nadie la pise.
De mañana sácala al sol
y rocíale un poco de agua.
En la tarde
dale buena sombra.
Abónala de vez en cuando.
Háblale, no la olvides.
Cuando se avise el tímido fruto
no pretendas apurar
el paso de su siembra.
Cosechará en tus manos.
***
Ausencia
Ve a la fosa
toma un hueso en tus manos
suavízalo
lábralo
tórnalo dócil
amalgámalo de tal manera
que le des la forma
de un cristalino vaso
ahora
bebe con el recuerdo
los días que te quedan
de soledad.
***
Poema para una camisa
blanca y desgastada que deja ver mis huesos.
La verdad es
que esto no es un poema.
La palabra
“poema” es sólo
Una
estrategia de venta
-Recuerden
que soy hombre, y ante todo
Estoy hecho
para el engaño-
Aunque en mis
otros poemas
-Que no son
poemas-
Insinúe que
no quiero engañarlos.
¡Pero basta
ya! He perdido media página
Y sólo quería
hablarles de
Una camisa
blanca y desgastada que deja ver mis huesos.
¡Vaya
torpeza! Cómo malgastamos el espacio.
Ya no hay
lugar donde plasmar
Aquello que
en un principio
Pensaba que
podría ser.
Dejemos este
oficio a los inoficiosos.
Me pongo la
camisa
Y salgo de
nuevo al mundo.
***
Diosa alada
Una mariposa
se ha posado en mi mano.
Con su antena
palpa la yema de mi dedo.
Me pregunto
cuántos millones de años
Le llevó a la
naturaleza crear
Esta perfecta
y vulnerable criatura.
El
conocimiento es vano,
Dejo el lápiz
y contemplo los movimientos
De esta alada
diosa.
***
Dejemos tranquilas a las
piedras
Por ahora, no
las juzguemos.
No
preguntemos por su milenaria juventud.
A las verjas
de madera roída
No las reprochemos.
A los
desérticos campos,
No les
recordemos los tiempos de grana,
A las
solitarios portales
No les
pidamos cuentas
De quién ha
entrado y no ha vuelto.
A las tardes
grises no las miremos.
Bajemos la
cabeza por un momento,
Si es
posible,
Arrodillémonos,
Cuerpo, alma
y sueños.
Ahora
escuchemos el silencio
Del polvo de
los caminos
Un reencuentro con la vida son los poemas de Jorge Iván,
ResponderEliminarQue buenos estos poemas de Jorge Iván, gracias
ResponderEliminarQue buenos estos poemas de Jorge Iván, gracias
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