Ir al contenido principal

El periodismo y la literatura, ni tan lejos ni tan cerca

Tomado de: El impostor

El arte de contar, ese es el punto de equilibrio en donde está el periodismo y la literatura. Esa relación es tan estrecha que no se sabe quién es discípula de quien, pues por un lado la literatura desde su historia, desde sus surgimientos, se podría decir que es la madre del periodismo sin embargo, los métodos de investigación y esa línea que une lo real con lo ficticio, puede ser un punto a favor de este el mejor oficio del mundo como una vez lo dijo Gabriel García Márquez.

La verdad de esa discusión sobre quien manda a quien es absurda y sin sentido, lo mejor que se puede sacar de allí es el complemento que cada una le genera a la otra, pues la literatura como un campo de acción y creación necesita de un gancho que la mantenga siempre unida a la realidad para no escapar a los límites de la imaginación y de una ficción desbordante que ni el mismo escritor se lo pueda creer. El periodismo con ese toque de realidad necesita de una forma de narrar lo visto, lo experimentado, lo llevado al límite en el trabajo de campo, pues no hubo otra forma que ese juego de palabras y toques de ficción que la literatura le brinda. Y así entre una cosa y la otra, se fueron formando en el camino una amalgama de posibilidades que empezaron a ser útiles a quienes vieron de los dos oficios, un beneficio para crecer como escritores e investigadores. El primero y digo primero en un sentido personal, fue Truman Capote, y de ahí en adelante, Tom Wolfe, Hemingway, Gay Talese, Svetlana Aleksiévich, Gabriel García Márquez, Andrés Felipe Solano, Santiago Gamboa, Juan Gabriel Vásquez, por nombrar solo algunos de los miles de periodistas y escritores que navegan por el mundo periodístico-literario.

Teniendo en cuenta que las dos se complementan, la pregunta que valdría la pena hacer es: ¿Cuál es su punto de trabajo frecuente?, Juan Gabriel Vásquez habla de la memoria y la importancia de la historia, así que está frase que él tomó del libro Alicia en el país de las maravillas, nos sirve para entender el asunto: “es muy pobre la memoria que sólo funciona hacia atrás”. Y tiene toda la razón, el afán de un escritor o periodista de contar algo se hace a través de la memoria y de esos recuerdos furtivos que llegan y se van, que se detienen por un momento, atormentan y desaparecen, las reflexiones vienen de allí, de ese inframundo llamado memoria. Las grandes novelas nacen de ese archivo que ayuda a construir un dispositivo narrativo que sirve para generar catarsis, de la misma forma la crónica, el reportaje como un ejercicio de investigación y sustentación que necesitan de una buena narración, de un saber contar que sirva para llegar a los otros, para contagiarlos y llevarlos de la mano por lo que se está contando.

El autor bogotano Juan Gabriel Vásquez luego remata con la siguiente frase: “¿dime cómo nos acordamos de lo que se oculta en el pasado, dime cómo  recordar lo que todavía no ha sucedido?”. El pasado como ese lugar oscuro y lleno de misterios que vale la pena desentrañar con el peligro que puede generar un daño profundo, no sólo a quien escribe sino aquel que lee, ese juego de catarsis que es tan importante para los lectores nace del ejercicio del saber contar.

¿Cómo cuento aquello o lo otro, cómo puedo referirme a esto sin distorsionarlo o, distorsionarlo completamente para darle otra cara? Es el ejercicio de la duda que tiene el escritor cuando se encuentra con la verdad, una verdad que no está del todo en su cabeza, que no está del todo en los archivos, es como un limbo, como una parte nebulosa que toca ir deshilachando, desminando de tantas trampas y tantas consideraciones afectivas y psicológicas que muchas veces no dejan hacer el trabajo objetivo como el de un periodista; tranquilo y profundo como el de un escritor. Así se camine de un lado para el otro, le demos consideraciones a la literatura y al periodismo, siempre se cae en el mismo punto, en ese centro que lo une todo y luego lo despliega; se llega al punto en el que no hay diferencia del uno y del otro y cuando se habla de literatura, quizás se esté hablando en buena parte de periodismo y viceversa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencillez. A lo que debemos sumarle el eterno debate en

Cinco poemas para un regreso

Por Carlos Alberto Castrillón* Me piden que escoja los cinco poemas de autores quindianos que más me gustan. De inmediato la mente se activa y permanece alerta por un buen rato. Regresan las viejas lecturas y los momentos gratos que la poesía favorece. La memoria se pone en “modo taxonómico”, pero al poco tiempo las jerarquías entran en crisis. Debo incluir un poema de El libro de los fantasmas, de Luis Vidales, poemario un tanto menospreciado ante el brillo de Suenan timbres; el poema ha estado marcado en ese libro desde hace 30 años. Es obligatorio agregar la poderosa «Canción del amor fugaz», de Carmelina Soto, que considero un ejemplo perfecto de su poética rebelde y autónoma. Un poema de Ricardo Cuéllar es indispensable para recordar una poesía densa y perdurable con la que conecté sin dificultades cuando la conocí tardíamente. Para el balance de tono, ya escogí uno de Omar García Ramírez, que ofrece el contraste perfecto, con la lucidez y el descreimiento que admiro en su poes

Que hablen de ti, aunque sea mal

Carlos Castillo Quintero E l nombre de Oscar Wilde va unido al ruido y la figuración. Mordaz y extravagante, este escritor irlandés sigue vigente con libros como «El retrato de Dorian Gray», «Salomé», o «La importancia de llamarse Ernesto». Sin duda Wilde fue una de las mayores personalidades de su tiempo; celebrado como poeta y dramaturgo, deslumbró a los salones londinenses con su ingenio. Fue acusado de sodomía, enjuiciado, condenado, y recluido en la cárcel de Reading. Murió en 1900, en el exilio, arruinado material y espiritualmente. Hoy, de su extensa obra que incluye poemas, cuentos infantiles, obras de teatro, libros de ensayos, una novela, y cientos de epigramas, son estos últimos los más leídos gracias a la explosión de las redes sociales. Escribió Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti” , frase que han traducido los asesores de imagen simplemente como: Que hablen de ti, aunque sea mal . Esta recet

Se estrena el documental basado en la vida de Jacobo Grinberg

Reforma, sobre la desaparición de Jacobo Grinberg, 1995 | Fuente: El País Jacobo Grinber Zilberbaum fue un psicólogo mexicano dedicado al estudio de la conciencia. Escribió medio centenar de libros entre los que destacan una serie sobre el chamanismo mexicano (Chamanes de méxico, Pachita), libros de cuentos como La luz angelmática, su libro de memorias La conquista del templo, manuales de experimentos llevados a cabo en el Laboratorio del Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia, investigaciones financiadas por la UNAM y el gobierno mexicano. Desaparecido en extrañas circunstancias, aún indeterminadas, su figura y obra ha retomado un impulso para su internacionalización. Estucha Grinberg, hija y heredera, ha relanzado una plataforma digital con la totalidad de la obra de Grinberg digitalizada . Y en el festival de Cine de Málaga España 2020 se ha estrenado el documental El secreto del doctor Grinberg . Grinberg egresó de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde cursó la

CINCO POEMAS DEL MAGDALENA

Por: Angélica Hoyos Guzmán Es una tarea de canonistas escoger sólo cinco, sobre todo interpretando una definición de algo que aún se escapa de los más eruditos y sofisticados pensamientos ¿Qué es poesía? Me han pedido seleccionar cinco poemas del Magdalena colombiano y más allá de la filiación de esta tierra, me preocupa dejar por fuera algo o mucho dentro de mis preferencias. Por eso me remitiré al más común de todos los filtros, el de la publicación, o el más cercano que tengo, el de los libros que me han regalado y que son de poetas nacidos o adoptados por el Magdalena. Dejaré por fuera las fotos de Leo Matiz, aunque me parecen poesía pura; también se irá de este apartado “La piragua” que me lleva lugares de mi infancia y los más recónditos paisajes. Tendré que nombrar en lo que dejo a los decimeros del Departamento del Magdalena, quienes aún hoy cantan sus historias de la rivera. Es un acto de total injusticia escoger cinco poemas. Pero aquí voy a poner orden a mis afectos,