Ir al contenido principal

Taibo II y Elmer Mendoza. La mancha voraz. Vila-Matas y el avión esperando

Me parece que la pregunta es pertinente: ¿El número de lectores o fans tiene alguna relación con la calidad de la obra? No voy a responderla. Vean el ejemplo: Taibo: cientos de personas haciendo fila para recibir su firma; Elmer Mendoza, dos personas: la desconocida de bellos ojos de la foto y el fotógrafo de la revista Corónica.
Lo más conmovedor que ha sucedido en este Hay Festival es el hecho de que los jóvenes en multitud hayan logrado que el evento de Taibo y Mendoza se hubiera trasladado a la sala grande del Teatro de Estado. La juventud mexicana está ansiosa de encontrar maestros que les digan qué hacer hoy, cuando el país perdió el rumbo de la honestidadad. Hoy cuando es institucional la farsa.

Elmer Mendoza: una fan


Paco Ignacio Taibo II con su uniforme: larguísima fila de lectores.
Cumpliendo con su habitual contrato con Marlboro y Coca-Cola.

Los festivales y encuentros como el Hay Festival a más de la natural función de acercar a los escritores con los lectores y abrirles nuevas fronteras ayudan a aclarar algunos temas, a establecer relaciones y a definir identidades.
A mí particularmente me sirvió para percatarme que soy el malquerido por todos los cortesanos, el apestado del que huyen las celebridades que ya están güeritos y hueritos de tantos flashazos, el escritor incómodo que hay que esconder bajo la alfombra para no avergonzar a tantos señores tan seriecitos que siempre dicen lo que se espera que digan (y siempre repiten lo mismo).
Pero dejemos este asuntillo de provincia de quinta y de los geniecillos municipales y vayamos a la crónica del día.
Lleno total de nuevo en la plática de Paco Ignacio Taibo II y Elmer Mendoza (llegué tarde con mi amada dama por pastorear a Rosero).
En otro evento Vilas-Matas volvió a citar y a recontracitar a Pitol y dijo frases ingeniosas ya practicadas y cuando le hice una pregunta seria, se salió por la tangente:
La pregunta era era: ¿Alfaguara y Anagrama, qué le dicen estas dos palabras?
La respuesta fue: Las dos comienzan con A.
Respuesta evidentemente elusiva, a una pregunta que exigía una reflexión sobre lo que hoy se dirime en la literatura en lengua castellana: ¿Comercio o literatura?
No acepté su respuesta y volví a insistir.
Su respuesta fue: Anagrama es manejada por un hombre inteligente. Sobre Alfaguara no dijo una palabra (probablemente pronto veamos una novela suya en Alfaguara).
Vilas-Matas no firmó ejemplares porque su avión lo estaba esperando a las puertas del teatro. Eso dijeron más o menos.
También Le Clézio hizo lo mismo: Huyó sin firmar un sólo ejemplar porque lo iba a dejar el avión de las nueve.
Pasé medio día con Evelio Rosero, que recorrió maravillado la Mansión de Bruno Díaz y se arrimó al borde de la azotea del tercer piso y yo me dije: ¡En la madre, se va a suicidar y a mí me van a acusar de haberlo dilapidado por pura envidia, porque a él le dieron el Premio Tusquets y a mí no! 
(Pero espérense: todavía hay esperanza de que me den ese premio, si es que pueden superar el trauma de ver mi nombre propio estampado, cero seudónimo, al frente de una novela gorda y naturalmente genial, como todas mis novelas).
Rosero tenía solamente una hora de sueño y traía el cansancio del viaje desde Madrid pero aun así fuimos a La Rotonda, escuchamos cantar a Los Salvajes del ritmo ("El diario de un borracho I": Sé que nadie me quiere, etc), comimos enfrijoladas, enmoladas, nos sacamos fotos, nos hicimos confesiones incómodas (prometí no revelar algunos secretos suyos y no publicar algunas fotos donde se le veía sonriendo abiertamente: Y es que Evelio Rosero sufre de un mal de cuentos de hadas: El día que se ría abiertamente, el día en que se sienta de veras feliz, ese día se le va a partir el corazón. De modo que, sorry, ni contaré los secretos de Rosero ni publicaré las fotos en las que está al borde de la sonrisa feliz.
A otro tema: me enteré que varios editores y escritores andaban con escapularios y cruces por si les tocaba estar cerca del Vampiro Cósmico, nuevo pseudónimo de Mistercolombias.
Regreso al tema anterior: Rosero tras estar a punto de caer fulminado por su propia sonrisa, se fue a dormir a las dos de la tarde, para recuperar el sueño perdido y su habitual seriedad. (En Bogotá un periodista le pregunto: Por qué no sonríe nunca. Rosero respondió: Porque no tengo ninguna razón para reírme).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta abierta a William Ospina, Por Fernando Cruz Kronfly

Carta abierta del novelista Fernando Cruz Kronfly al novelista William Ospina tras la columna publicada en el diario El Espectador ("De dos males"), en la que el ensayista manifiesta públicamente su voto a favor de la extrema derecha, entre las dos derechas que disputan la presidencia de Colombia. Aquí la columna de Ospina . Revista Corónica reproduce a continuación la carta abierta del escritor Fernando Cruz Kronfly :   "Cali, Junio 2, 2014  Querido William: Tú sabes la amistad y el afecto que nos une. Eso está claro y nada de esto se afectará. Pero, la publicidad de tu documento me obliga a hablarte en público. Entonces, debo decirte que tu decisión de preferir al Zorro sobre el Santo me ha llenado de estupor. No necesitabas explicarla de una manera tan aterradora. Lo de menos es tu voto anunciado, del que eres libre y soberano. Se trata de una decisión que, por supuesto, no comparto pero que respeto. Así es como suele decirse, con educación? Pero, lo que me ll...

El visitante, de Andrés Elías Flórez Brum

John Jairo Zuluaga* Andrés Elías Flórez Brum, El visitante, Bogotá, Caza de Libros-Pijao Editores, 2008. 76 P. Un lector silvestre que recorra las páginas de la novela corta: El visitante puede encontrarse con una historia del montón. Una de tantas, en las que se ven inmersas, a menudo, personas de cualquier pueblo del trópico colombiano. En cambio, un lector avisado encontrará en esa misma obra un refinamiento técnico que vale la pena mostrar. La obra sigue la tradición de novelas construidas con marco de composición, tal como lo evidencian Las mil y una noches , El Decamerón y, en el caso colombiano, La vorágine, de José Eustasio Rivera. El marco de composición: “Se construye a la manera de un formato previo e independiente, que antecede y da paso a la historia central, y luego lo cierra. Ese formato introductorio que luego cierra al final, se parece al marco de un cuadro de pintura, porque desde afuera rodea la historia central”. (Isaías Peña, E...

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencil...

Cinco poemas para un regreso

Por Carlos Alberto Castrillón* Me piden que escoja los cinco poemas de autores quindianos que más me gustan. De inmediato la mente se activa y permanece alerta por un buen rato. Regresan las viejas lecturas y los momentos gratos que la poesía favorece. La memoria se pone en “modo taxonómico”, pero al poco tiempo las jerarquías entran en crisis. Debo incluir un poema de El libro de los fantasmas, de Luis Vidales, poemario un tanto menospreciado ante el brillo de Suenan timbres; el poema ha estado marcado en ese libro desde hace 30 años. Es obligatorio agregar la poderosa «Canción del amor fugaz», de Carmelina Soto, que considero un ejemplo perfecto de su poética rebelde y autónoma. Un poema de Ricardo Cuéllar es indispensable para recordar una poesía densa y perdurable con la que conecté sin dificultades cuando la conocí tardíamente. Para el balance de tono, ya escogí uno de Omar García Ramírez, que ofrece el contraste perfecto, con la lucidez y el descreimiento que admiro en su poes...

CINCO POEMAS DEL MAGDALENA

Por: Angélica Hoyos Guzmán Es una tarea de canonistas escoger sólo cinco, sobre todo interpretando una definición de algo que aún se escapa de los más eruditos y sofisticados pensamientos ¿Qué es poesía? Me han pedido seleccionar cinco poemas del Magdalena colombiano y más allá de la filiación de esta tierra, me preocupa dejar por fuera algo o mucho dentro de mis preferencias. Por eso me remitiré al más común de todos los filtros, el de la publicación, o el más cercano que tengo, el de los libros que me han regalado y que son de poetas nacidos o adoptados por el Magdalena. Dejaré por fuera las fotos de Leo Matiz, aunque me parecen poesía pura; también se irá de este apartado “La piragua” que me lleva lugares de mi infancia y los más recónditos paisajes. Tendré que nombrar en lo que dejo a los decimeros del Departamento del Magdalena, quienes aún hoy cantan sus historias de la rivera. Es un acto de total injusticia escoger cinco poemas. Pero aquí voy a poner orden a mis afectos, ...

Discurso de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura 2022

Annie Ernaux, Premio Nobel, diciembre 2022 fuente: wmagazín Discurso de Annie Ernaux por el Premio Nobel de Literatura 2022. Traducción del francés de la revista mexicana Pijamasurf : ¿Por dónde empezar? Me he hecho esta pregunta decenas de veces delante de la página en blanco. Como si tuviera que encontrar la frase, la única, que me permitiera empezar a escribir el libro y barrer con mis dudas de golpe. Una especie de llave. Hoy, para afrontar una situación que, tras el estupor del acontecimiento –"¿de verdad me está pasando esto a mí?– mi imaginación me presenta con un miedo creciente, es la misma necesidad la que me abruma. Encontrar la frase que me dé la libertad y la firmeza para hablar sin temblar, en este lugar donde me han invitado esta noche. Esa frase, no necesito buscarla muy lejos. Surge. En toda su nitidez, su violencia. Lapidaria. Irrefragable. La escribí hace sesenta años en mi diario íntimo. "Escribiré para vengar mi raza". Se hacía eco del grito de Rimb...

Cinco cuentos de Santander, por Daniel Ferreira

La gente quería un favor pero no lo pedía. No había fórmulas de deferencia, porque era una sociedad sin castas. No se usaba más que una forma del pronombre para el trato: usted. Lo cual creaba distancia en la conversación. Se llegó a confundir esa parquedad con agresión, hasta que se aceptó como una forma de la autonomía y acaso de la timidez, porque la mayoría sigue siendo una población de origen campesino y de autosuficientes madres solteras. No hubo esclavitud africana en ese territorio, pero sí alcabalas indígenas con impuestos infames. A las etnias rebeldes de origen Caribe que poblaron las riberas del río grande que llamaban Caripuaña o río de los muertos, se les persiguió y fueron diezmadas por los españoles con un arma bacteriológica: dejaban abandonados en medio de los pueblos indígenas a un enfermo con viruela. Pipatón lideró la resistencia indígena hasta que fue capturado y llevado al panóptico donde le dejarretaron los pies para impedir su fuga. El primer alzamiento cont...

Cinco poemas en la niebla

Título: “Cristal herido” - Técnica: Óleo sobre madera Medidas: 60 x 70 cm. Autor: Manuel Aguirre M. Por: Carlos Castillo Quintero Crecían las palabras hasta la altura de mi corazón y reía sin olvidar la peligrosa edad de las manzanas. Carlos Martín L a literatura colombiana nació en Tunja , así lo afirmaba R.H. Moreno Durán (1945-2005). Incendiario y polémico, el novelista y ensayista tunjano, autor de la trilogía Fémina Suite aludía con esta afirmación a la obra de Sor Josefa del Castillo y al extenso poema Elegías de varones ilustres de Indias , escrito por don Juan de Castellanos, bitácora literaria de la colonización del Nuevo Mundo.             Ya en el siglo XIX se destaca la figura del chiquinquireño Julio Flórez, poeta popular cuya obra mantiene vigencia. Hacia 1939, Jorge Rojas, poeta nacido en Santa Rosa de Viterbo, funda el movimiento Piedra y Cielo , intento vanguardista de l...

Manual de comportamiento para gente formidable, en Santamaradona

Uno de los blogueros veteranos, Maximiliano Vega de Santamaradona, sigue activo en 2013 y acaba de publicar un monográfico sobre el comportamiento adecuado de los que quieren perdurar. Llega un momento en que la juventud, ese Dios de barro, empieza a derretirse y entonces hay que fijar decálogos para las generaciones venideras. El índice y los autores de este Manual: Cómo esperar una epifanía Mónica Sánchez Lázaro Cómo contagiarse de estoicismo Andrés Gualdrón Cómo dedicar un gol Norman García Cómo sobrevivir una relación a larga distancia Olavia Kite Instrucciones para evolucionar hasta hacer la evolución irrelevante Mauricio Duque Arrubla Cómo perder la cabeza JG Cozzolino Cómo ser desfogado y primitivo Macky Chuca Cómo sobrevivir, seis tesis Javier Moreno Cómo diseñar una cantaleta para resultados más eficientes María Camila Vera Cómo mantener la calma Ana Malagón Cómo decir adiós Maximiliano Vega Cómo olvidar una memoria Oscar Rodríguez ...

Breve historia de Editorial Sexto Piso

Irma Gallo, en la revista digital http://www.sinembargo.mx/ entrevista a la plana mayor de Editorial Sexto Piso. Fundada por un grupo de ex estudiAntes de la Unam, Sexto Piso es una de las editoras que puede darse el lujo de tener a Pirsig, Waburg, Orwell en un catálogo sin mancha. La asesoría de un grande de la edición, Roberto Calasso, la forma en que se elige un catálogo, las peripecias de las primeras apuestas literarias por autores mexicanos, en fin, un reportaje para conocer algunos misterios de cómo nace una editorial de culto, a quién se dirige y qué se ofrece a sus lectores. Un fragmento de la entrevista a Luis Ayala Blanco : No es fácil encontrar al escritor y editor Luis Alberto Ayala Blanco: no usa celular, no trabaja en un lugar fijo (además de su casa) ni tiene perfil en Facebook. Después de ser, durante cinco años, editor de La Gaceta en el Fondo de Cultura Económica, y de diseñar las aplicaciones para iPad de los poemas Blanco, de Octavio Paz y Muerte sin fin, ...