Ir al contenido principal

Leila Guerriero: El arte de titular las obras

El arte de la titulación es enigmático, obsesivo y necesario. Una portada con tetas y un buen título pueden enganchar más que la mejor crítica en la prensa. Un gran título, sin embargo, no se busca, se encuentra. Y mientras más obras se escriben y publican en el mundo, más necesidad hay de singularizarlas. Si una obra no fuera titulada sería identificable. A veces, un título puede prometer más de lo que una obra da, a veces un título puede estropear la mejor obra. Los hay de todo tipo: informativos [Sin novedad en el frente], descriptivos [Bajo el volcán], declarativos [El año que pasé en la bahía de nadie], naturalezas muertas [El tambor de hojalata], amenazantes [Escupiré sobre vuestra tumba], crípticos y enigmáticos [El Aleph] [¿Quién mató a Rosendo], metafóricos [El ruido de las cosas al caer], paródicos [La habana para un infante difunto][La vuelta al día en ochenta mundos] ininteligibles [O]. 

En El País de España, Leila Guerriero hace un homenaje al arte de la titulación de los libros. En ese cruce de voces a que nos tiene acostumbrados, trata de hacer una apología a la rotulación y un anecdotario de títulos acertados y desaciertos. En el título, asegura, está el alma de los libros: 
A veces está allí desde el principio y, entonces, funciona como una guía, como un faro en la niebla, como un antídoto contra la oscuridad. Pero eso es a veces, sólo a veces.
A veces llega al final, como una epifanía o una calamidad, reclamando el derecho de bautismo, bajando al reino para decir he aquí el nombre con que mentarás tu obra: he aquí el nombre de lo que has escrito. Pero eso es a veces. Sólo a veces. Porque en el camino de un libro hacia su título —perfecto o no— suelen intervenir la inspiración propia y las ocurrencias de los amigos, las sugerencias de los colegas y las frases oídas al pasar, la conversación con una novia y la contemplación extática de la biblioteca, todo eso durante un periodo —más o menos agónico— en el que todo puede ser un título en potencia —una marca, el eslogan de una fábrica de sillas— hasta que un día ese magma caótico se ordena y el escritor despierta a un mundo en el que, al fin, su obra comparte, con las demás criaturas de la tierra, eso que todas tienen: un nombre. Y siente, entonces, algo parecido a la felicidad, porque el título de un libro no es una sucesión de palabras ingeniosas, sino un estambre soldado al corazón de una historia de la que ya no podrá volver a separarse. En busca del tiempo perdido no puede leerse sin sentir, sobre cada una de sus páginas, el influjo triste, decadente y celeste, que emana de su título. Y Guerra y paz no es una frase, sino parte de la patria que ese libro —y ese título— fundaron y habitan.
***
—El título es un dibujo al carbón de lo que hay dentro —dice Juan Cruz Ruiz, escritor, periodista y editor español al frente de Alfaguara en los años noventa—. Cuando chicos, rayábamos con lápiz sobre una moneda hasta que salía la efigie de la moneda en el papel en blanco. A la mitad ya podías intuir qué salía. Pues el título es como la mínima parte de un borrador. Por eso Crónica de una muerte anunciada es un gran título: dice de qué va la cosa, pero creando misterio.
—El título tiene que ser un espejo diminuto de lo que es el libro —dice la escritora mexicana Carmen Boullosa—. No tengo un código para encontrarlo, pero hay un flujo de placer casi corporal cuando es el título correcto. Casi como encontrarse a un posible enamorado en un elevador.
—Es importante porque define un universo —dice el escritor argentino Eduardo Berti—. Es como ponerle nombre a un hijo. Salvo que, en el caso de los hijos, no suele ser el nombre lo primero que se ve. La gente mira sus ojos, su sonrisa y, acto seguido, viene la pregunta: ¿cómo se llama? En el caso del libro, el título suele ser lo primero que se ve.
Un título no hace que
un libro se venda, pero hace que el candidato a comprarlo lo levante de la mesa”, dice Divinsky
La editora y crítica colombiana Margarita Valencia dice que los títulos, tal como los conocemos, son cosa del presente.
—En principio, eran una descripción del contenido (la Gramática de Nebrija, la Anatomía de Testut). Después fueron adornándose: El ingenioso hidalgo… Yo creo que los títulos tal como los conocemos nacieron con la necesidad de los periódicos del siglo XIX de atraer lectores con titulares escandalosos. En las últimas décadas el continente ha reemplazado al contenido, y el título (el escote) es fundamental para atraer lectores hacia contenidos más bien insustanciales. Creería que un mal título es el que engaña al lector. Pero toda norma tiene su contra: Ulises es el título más reconocido de la literatura del siglo XX. La siguiente Ley de Murphy, entonces, es “todo buen libro tiene un buen título, aunque sea malo”.
—Es difícil saber si un mal título arruina un libro sin un experimento controlado —dice la escritora y editora chilena Andrea Palet, de la editorial independiente Los Libros Que Leo—. Aunque en algunos casos sí puede tener consecuencias económicas. Hay un asunto que los españoles a veces olvidan y es el de la lengua. A los latinoamericanos el “habéis” y el “vosotros” nos suena como de siglos atrás. Por lo tanto si titulan una novela Habladles de batallas, ya nos dio sueño. Ese “habladles” nos parece infinitamente lejano. Los libreros saben que no lo van a vender y no lo piden. Otro caso: Chesil Beach. Es difícil de pronunciar en nuestro idioma, y eso influye en las ventas.
En su despacho de la ciudad de Buenos Aires, Daniel Divinsky, de Ediciones de la Flor, dice:
—Un título no hace que un libro se venda, pero hace que el candidato a comprarlo lo levante de la mesa. Nosotros tuvimos un libro de Bernard Thomas que se llamaba Jacob. Lo publicamos con ese título y no pasó nada. Le pusimos Un anarquista de la belle epoque, y se agotó. Y otro de Charles Plisnier que se llamaba Falsos pasaportes y fue un desastre. Lo retitulamos como Recuerdos de un agitador, y se agotó.
Pero ¿puede un título torpe torcer un destino de gloria? Cuando el argentino Roberto Arlt le mostró su primera novela al escritor Ricardo Güiraldes, llevaba por título La vida puerca. Güiraldes le sugirió que lo cambiara por El juguete rabioso, Artl le hizo caso y el libro devino un clásico, portador de uno de esos títulos que serán, por siempre, más jóvenes que ellos mismos. Tolstói había pensado en Bien está lo que bien acaba para Guerra y paz y Scott Fitzgerald en Trimalchio in West Egg para El gran Gatsby. Juan Carlos Onetti quería llamar La casona a una novela que, por sugerencia de Carmen Balcells, terminó llamándose Cuando ya no importe; y Baudelaire quería llamar Las lesbianas a Las flores del mal. Si es difícil creer que La casona o Las lesbianas —o Trimalchio en West Egg, o etcétera— hubieran pasado desapercibidas sólo por no llevar el título que llevan, lo cierto es que, cuando un gran título se encuentra con una gran obra, algo, en algún rincón del universo, se regocija. Como si ese encuentro fuera un cañonazo de celebración a los pies de lo que llaman la posteridad, o la historia.

Comentarios

  1. Siempre me ha llamado la atención esto de titular una obra, es un gusto leerles y por supuesto saludos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Nos gustaría saber su opinión. Deje su comentario o envíe una carta al editor | RC

Entradas populares de este blog

Cinco poemas para un regreso

Por Carlos Alberto Castrillón* Me piden que escoja los cinco poemas de autores quindianos que más me gustan. De inmediato la mente se activa y permanece alerta por un buen rato. Regresan las viejas lecturas y los momentos gratos que la poesía favorece. La memoria se pone en “modo taxonómico”, pero al poco tiempo las jerarquías entran en crisis. Debo incluir un poema de El libro de los fantasmas, de Luis Vidales, poemario un tanto menospreciado ante el brillo de Suenan timbres; el poema ha estado marcado en ese libro desde hace 30 años. Es obligatorio agregar la poderosa «Canción del amor fugaz», de Carmelina Soto, que considero un ejemplo perfecto de su poética rebelde y autónoma. Un poema de Ricardo Cuéllar es indispensable para recordar una poesía densa y perdurable con la que conecté sin dificultades cuando la conocí tardíamente. Para el balance de tono, ya escogí uno de Omar García Ramírez, que ofrece el contraste perfecto, con la lucidez y el descreimiento que admiro en su poes...

Se estrena el documental basado en la vida de Jacobo Grinberg

Reforma, sobre la desaparición de Jacobo Grinberg, 1995 | Fuente: El País Jacobo Grinber Zilberbaum fue un psicólogo mexicano dedicado al estudio de la conciencia. Escribió medio centenar de libros entre los que destacan una serie sobre el chamanismo mexicano (Chamanes de méxico, Pachita), libros de cuentos como La luz angelmática, su libro de memorias La conquista del templo, manuales de experimentos llevados a cabo en el Laboratorio del Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia, investigaciones financiadas por la UNAM y el gobierno mexicano. Desaparecido en extrañas circunstancias, aún indeterminadas, su figura y obra ha retomado un impulso para su internacionalización. Estucha Grinberg, hija y heredera, ha relanzado una plataforma digital con la totalidad de la obra de Grinberg digitalizada . Y en el festival de Cine de Málaga España 2020 se ha estrenado el documental El secreto del doctor Grinberg . Grinberg egresó de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde cursó la ...

Conversación con Paolo Sorrentino

Conversación con el director de cine italiano Paolo Sorrentino en 38ª MOSTRA DE VALÈNCIA - CINEMA DEL MEDITERRANI, 2023. 

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencil...

Que hablen de ti, aunque sea mal

Carlos Castillo Quintero E l nombre de Oscar Wilde va unido al ruido y la figuración. Mordaz y extravagante, este escritor irlandés sigue vigente con libros como «El retrato de Dorian Gray», «Salomé», o «La importancia de llamarse Ernesto». Sin duda Wilde fue una de las mayores personalidades de su tiempo; celebrado como poeta y dramaturgo, deslumbró a los salones londinenses con su ingenio. Fue acusado de sodomía, enjuiciado, condenado, y recluido en la cárcel de Reading. Murió en 1900, en el exilio, arruinado material y espiritualmente. Hoy, de su extensa obra que incluye poemas, cuentos infantiles, obras de teatro, libros de ensayos, una novela, y cientos de epigramas, son estos últimos los más leídos gracias a la explosión de las redes sociales. Escribió Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti” , frase que han traducido los asesores de imagen simplemente como: Que hablen de ti, aunque sea mal . Esta recet...

Enrique Santos Molano, Grandes noticias colombianas

Enrique Santos Molano (Bogotá, 16 de febrero de 1942 - Bogotá, 25 de diciembre de 2024) escritor, académico, columnista, historiador y periodista colombiano. Autor de los libros: ‘Antonio Nariño, filósofo revolucionario’, 'El Corazón del poeta', 'Memorias Fantásticas', 'Bogotá 360°: la ciudad interior', 'Grandes conspiraciones en la historia de Colombia'. Falleció en Bogotá el 25 de diciembre de 2024.  Recuperamos esta entrevista al escritor Enrique Santos Molano por su libro Grandes noticias colombianas , dada en el marco del Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales 2017 . Entrevista Ángel Castaño Guzmán y presenta Catherine Rendón .  

Nanof, de Enzia Verduchi

Enzia Verduchi  presenta su libro Nanof, editado por Vaso Roto.  Verduchi se inspiró en la vida y arte de Oreste Fernando Nannetti , un grafitero italiano del siglo pasado que pasó casi toda su vida internado en hospitales psiquiátricos. En las paredes de los pabellones, Nannetti plasmó su obra de más de setenta metros llena de diagramas solo con la hebilla de su cinturón. --Librerías El Sótano, México

Teatro Estudio Alcaraván estrenará la obra de teatro «Mayukuna»

Teatro Estudio Alcaraván estrenará la obra de teatro «Mayukuna» bajo la dirección del maestro Álvaro Rodríguez en su sala Casa Tea Prensa, Casa TEA Bogotá 27 de junio de 2024 Este 4, 5, 6 y 10,11, 12, 13 de julio de 2024 se estrenará la obra de teatro «Mayukuna» una creación colectiva del grupo Teatro Estudio Alcaraván. En una entrevista el maestro Álvaro Rodríguez respondió algunas preguntas para contarnos sobre la nueva creación colectiva. ¿Cómo fue el proceso de creación del nuevo estreno «Mayukuna? "Nosotros a través de la historia siempre hemos practicado la creación colectiva y en este caso partimos de cero, hablamos muchas cosas sobre diversos temas que es lo que siempre pretendemos hasta dar cuenta de las temáticas y de los acontecimientos del momento actual; fue así como los actores a través de las improvisaciones manifestaron historias sobre el medio ambiente, teniendo como resultado «Mayukuna» que significa ríos en Quechua. Un tema tan importante, cómo el cuento del ag...

#Teatro #Bogotá Mary para Mary, monólogo en Ditiramo

Por Juan Camilo Parra Mary para Mary es una obra de la dramaturga española Paloma Pedrero, escrita en el año 2000 logrando a través de los años trascender los escenarios para convertirse en un monólogo de fuerza, voz y reflexión del papel de las mujeres en la actualidad. Actrices de la talla de Eleonora Wexler y Esperanza Pedreño se han convertido en la voz de la querida Mary Wollstonecraft pionera de los derechos de la mujer en 1792.   Después de algunas presentaciones en diversos espacios teatrales de Colombia, la actriz Karen Santana presenta en Bogotá con una adaptación de lujo y una gran interpretación: Mary para Mary. Es el turno para el talento colombiano de ponerle voz a la madre de la gran escritora Mary Shelly. El viaje por la vida de Mary Wollstonecraft nos permitirá repensar la realidad desde los ojos de una mujer del siglo XVIII. “Estamos aquí para crear, seamos artistas. Creemos: poemas, canciones, tartas, juegos, charcos, bosques, niños, no sé… ¡Consciencia, cr...

#BOGOTA #TEATRO || CASA TEA Inicia Su Ciclo De Intercambios Culturales Con Salas Concertadas

Por:  Prensa CASA TEA  CASA TEA Inicia Su Ciclo De Intercambios Culturales Con Salas Concertadas de Cali, Manizales y La Tebaida. El Faro De Manizales Se Presenta Este 8 De Agosto. (Única Función). Bogotá 3 de Agosto 2024, CASA TEA será el escenario que le abrirá el telón a grupos nacionales como El Faro (De Manizales), Espacio T (De Cali) y La Musaraña (De La Tebaida) en una estrategia innovadora de intercambios culturales. La magia del teatro colombiano reside en la cooperación de los teatreros a nivel municipal, nacional, o de cualquier territorio… los trueques de saberes que surgen espontáneamente en algún momento de congregación hace que el teatro sea una red que se está tejiendo constantemente en torno a la formación, circulación, creación y apropiación de nuestro lenguaje escénico.   En esta ocasión el grupo Teatro Estudio Alcaraván le abre las puertas de su sede CASA TEA (sala concertada) con mucha emoción a grupos nacionales (Manizales, Cali y La Tebaida) co...