Mientras Revista Orsai de Argentina anuncia su cierre, en Francia un polémico periodista, Frederic Beigbeder, revive la revista Lui, equivalente francés de Playboy. En menos de una semana desaparecieron los cuatrocientos mil ejemplares de su nueva época. El escritor colombiano Eduardo García Aguilar, residente en Francia, ha celebrado desde El Excélsior de México el retorno de la publicación y hace una síntesis histórica de la vieja época, su contexto y contenidos. Revistas que nacen, revistas que mueren.
Toda la nota en el blog de García Aguilar. Aquí breve fragmento:
Toda la nota en el blog de García Aguilar. Aquí breve fragmento:
La revista Lui fue en los años 60 y 70 uno de los magazines eróticos más logrados en los tiempos de la Nueva Ola francesa, y se caracterizaba por coloridas portadas, donde aparecían muchachas futuristas salidas de las películas 2001 Odisea del Espacio, de Stanley Kubrick o Blow Up, de Michelangelo Antonioni, así como de los estudios pictórico y fotográfico de Andy Warhol o Helmuth Newton.
Lui era la versión francesa de Playboy y por ende en sus páginas parisinas había entrevistas con artistas y cineastas de la Nueva Ola, diálogos con escritores, cineastas, políticos o filósofos y el sentido del humor y el aire descomplicado de la época se reflejaba en sus temas y ángulos informativos. Playboy era y es por el contrario más pragmática y escueta y va dirigida al típico orbe masculino protestante estadunidense WASP, público de camioneros y obreros que coleccionan las imágenes de las bellas desnudas en sus vehículos y en las paredes de sus talleres. Lui, por el contrario, se dirigía y ahora se dirige a ese público estético y culto de las élites culturales donde por fortuna aún existen y no han sido devoradas por la vulgaridad generalizada de la globalización uniforme agenciada por la Tv americana. Hay un enorme público lector, cinéfilo, amante del arte en el llamado hexágono francés, que posibilita en este país la vigencia de la industria cultural de calidad, incluso en su vertiente frívola.
La gozosa Lui fue creada por el gran magnate de la prensa, el multimillonario y famoso Daniel Filipachi (1928), dueño de Paris Match, la versión francesa de Playboy y otras publicaciones de éxito de Hacchette Filipachi Médias como Elle, dirigidas a todos los segmentos del público en aquellos tiempos de progreso y dominio absoluto de objetos de papel como diarios, magazines y libros, antes de la era virtual que poco a poco los ha ido venciendo en una sucesión de sonadas quiebras y desapariciones.
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Décadas después de desaparecida la revista Lui, uno de los jóvenes escritores de moda en Francia, Frederic Beigbeder, inteligente autor de numerosos bestsellers de calidad, ganador de premios literarios, publicista y vedette cultural televisiva que osó presentar totalmente desnudos a sus escritores invitados y al público del estudio de su fugaz programa de libros, ha decidido revivir la revista hace diez días con un éxito arrollador, pues el primer número de la nueva época se agotó en un abrir y cerrar de ojos y superó los 400 mil ejemplares con una portada donde aparece la nueva joven diva francesa Lea Seydoux, lanzada al mundo en la película Midnight Paris, de Woody Allen. Ahora y con igual éxito en el segundo número, ha sacado en portada a la hija de Mick Jagger y Jerry Hall, Georgia May, de 21 años.
El escritor Beigbeder es profundamente odiado por muchos, pero la verdad sea dicha, en este desierto helado actual de la intelectualidad y la literatura francesas, su presencia es una de las pocas saludables, casi como si renancieran con él los tiempos de Picabia, Dalí, Cocteau, Prevert, Oulipo y otros autores antisolemnes que removian los espíritus y abrían ventanas para airear la podedumbre de la cultura momificada.
Beigbeder es un hombre renacentista, inteligente, culto, brillante, joven, que no deja encasillarse, y como él mismo dice, un “bad boy” necesario para la cultura francesa de estas aburridas primeras décadas del siglo XXI. Acompañado por un puñado de neo-húsares impresentables, como Marcela Iacub, la feminista argentina que se hizo amante de Dominique Strauss Kahn para escribir un libro sobre él, el crítico Arnaud Viviant o el escritor Nicolas Rey, sale disfrazado con Luia desempolvar las ruinas culturales de Saint Germain des Prés.
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