Ir al contenido principal

Don inculto


Don inculto terminó el turno en la empresa a las cinco de la tarde. Es la época del año en donde la gran Bogotá se mezcla con fuertes vientos que vuelan tejas y hace remolinos de polvo y basura, lluvias que inundan calles y se aumentan las ventas de sombrillas. El frío atraviesa las gruesas telas de cada una de las chaquetas con las que cuerpo y cara se pierden y son los ojos con pies los que transitan las calles.

Don inculto camina algunas cuadras para llegar a la avenida principal y esperar un monstruo de cuatro ruedas lleno de sujetos que, están felices, enojados, aburridos y cansados de esa infame vida que cada uno ha creado a su imagen y semejanza. Han pasado cuatro monstruos y en ninguno ha podido viajar directo a su casa, aunque, lo que más le preocupa es llegar al pequeño circo de pan y jugo en donde se encuentra su hijo, es un pequeño lugar en donde se congregan varios niños desde las siete de la mañana hasta las siete de la noche. Allí juegan a aprender las vocales, a leer, a compartir con otros de su misma especie, a dormir en las tardes y alimentarse de una sustancia espesa de diferentes colores con saborizantes que según los expertos, juran que es lo mejor y por eso, el gran Leviatán invierte y reparte constantemente a todos estos pequeños circos.

Un monstruo más ha pasado y se ha reído en su cara, no se detiene, don inculto lo mira irse a lo lejos. Varios sujetos de su especie de empresas cercanas, están en la misma tónica, todos cubiertos, forrados en sus chaquetas, esperan y esperan. Algo empieza a molestar a don inculto, es su vejiga, algo pesa, algo se mueve como las olas del mar, algo lo invita a unos pequeños movimientos de sus piernas, en un extraño micro dancing en el que se trata de apretar un poco los muslos y doblar mínimamente las rodillas. Mira para todos los lados y hay muchos sujetos, se acerca un monstruo, se detiene por un momento y don inculto olvida la pesadez, camina ligeramente y trata de buscar un espacio, se logra colgar como un chimpancé a una rama, se abre un poco de espacio, afortunadamente algunos sujetos se han bajado y don inculto logra un buen lugar, su micro dancing retorna, el monstruo lleno, empieza a caer la lluvia y trata de pensar en otra cosa, logra tomar una posición para olvidar su pesadez y lo logra.

No dura mucho, intenta moverse pero le arde profundamente, hay una gota que quiere salir, hace fuerza y retiene ese pequeño fluido salado que intenta por todos los medios salir y no lo logra, don inculto mantiene la postura, una mujer hermosa lo mira y él trata de mostrar un perfil de galán mexicano. El asunto se vuelve complejo, el monstruo tiene fuertes movimientos, se detiene muy bruscamente y retoma su viaje violentamente, desde afuera, los sujetos se ve como muñecos colgados del pelo que se mueven por culpa del viento. Don inculto pierde su postura por culpa de un ardor que empezó desde su amigo hasta el estómago, la situación se empieza a salir de las manos, la gota que antes quería salir y pidió permiso, ahora se atribuye el tiquete de salida y moja sus bóxer negros. No se preocupa, es una sola gota, nadie lo nota, pero sale otra y otra, esta formar una pequeña fuente que se desliza por su pierna. Logra detener el fluido y es hora de descender, salta del monstruo que aun suavemente mantiene su marcha para frenar, al caer al suelo siente un dolor, no importa intenta caminar muy rápido, llega al pequeño circo, recoge a su hijo, no deja que doña disciplina le cuente como estuvo el día del niños, transita por algunas calles rotas y pasa por terrenos llenos de pasto, parece mejor una selva diminuta, don inculto baja a su hijo de los brazos, se acerca a una esquina y desahoga sus penas en aquel lugar. El niño lo mira de lejos, la gente pasa y lo observa, hace caras de desapruebo, comentarios en voz baja, todos saben que está mal pero no dicen nada. Encima de su cabeza, hay un letrero que dice: “prohibido botar basura en este lugar o usarlo de baño”. El niño mira el letrero, no lo entiende, no entiende nada, pero lo que sí es seguro, es que desde ese día será un nuevo Don inculto…   


Comentarios

Entradas populares de este blog

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencil...

Cinco poemas para un regreso

Por Carlos Alberto Castrillón* Me piden que escoja los cinco poemas de autores quindianos que más me gustan. De inmediato la mente se activa y permanece alerta por un buen rato. Regresan las viejas lecturas y los momentos gratos que la poesía favorece. La memoria se pone en “modo taxonómico”, pero al poco tiempo las jerarquías entran en crisis. Debo incluir un poema de El libro de los fantasmas, de Luis Vidales, poemario un tanto menospreciado ante el brillo de Suenan timbres; el poema ha estado marcado en ese libro desde hace 30 años. Es obligatorio agregar la poderosa «Canción del amor fugaz», de Carmelina Soto, que considero un ejemplo perfecto de su poética rebelde y autónoma. Un poema de Ricardo Cuéllar es indispensable para recordar una poesía densa y perdurable con la que conecté sin dificultades cuando la conocí tardíamente. Para el balance de tono, ya escogí uno de Omar García Ramírez, que ofrece el contraste perfecto, con la lucidez y el descreimiento que admiro en su poes...

Se estrena el documental basado en la vida de Jacobo Grinberg

Reforma, sobre la desaparición de Jacobo Grinberg, 1995 | Fuente: El País Jacobo Grinber Zilberbaum fue un psicólogo mexicano dedicado al estudio de la conciencia. Escribió medio centenar de libros entre los que destacan una serie sobre el chamanismo mexicano (Chamanes de méxico, Pachita), libros de cuentos como La luz angelmática, su libro de memorias La conquista del templo, manuales de experimentos llevados a cabo en el Laboratorio del Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia, investigaciones financiadas por la UNAM y el gobierno mexicano. Desaparecido en extrañas circunstancias, aún indeterminadas, su figura y obra ha retomado un impulso para su internacionalización. Estucha Grinberg, hija y heredera, ha relanzado una plataforma digital con la totalidad de la obra de Grinberg digitalizada . Y en el festival de Cine de Málaga España 2020 se ha estrenado el documental El secreto del doctor Grinberg . Grinberg egresó de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde cursó la ...

Discurso de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura 2022

Annie Ernaux, Premio Nobel, diciembre 2022 fuente: wmagazín Discurso de Annie Ernaux por el Premio Nobel de Literatura 2022. Traducción del francés de la revista mexicana Pijamasurf : ¿Por dónde empezar? Me he hecho esta pregunta decenas de veces delante de la página en blanco. Como si tuviera que encontrar la frase, la única, que me permitiera empezar a escribir el libro y barrer con mis dudas de golpe. Una especie de llave. Hoy, para afrontar una situación que, tras el estupor del acontecimiento –"¿de verdad me está pasando esto a mí?– mi imaginación me presenta con un miedo creciente, es la misma necesidad la que me abruma. Encontrar la frase que me dé la libertad y la firmeza para hablar sin temblar, en este lugar donde me han invitado esta noche. Esa frase, no necesito buscarla muy lejos. Surge. En toda su nitidez, su violencia. Lapidaria. Irrefragable. La escribí hace sesenta años en mi diario íntimo. "Escribiré para vengar mi raza". Se hacía eco del grito de Rimb...

Que hablen de ti, aunque sea mal

Carlos Castillo Quintero E l nombre de Oscar Wilde va unido al ruido y la figuración. Mordaz y extravagante, este escritor irlandés sigue vigente con libros como «El retrato de Dorian Gray», «Salomé», o «La importancia de llamarse Ernesto». Sin duda Wilde fue una de las mayores personalidades de su tiempo; celebrado como poeta y dramaturgo, deslumbró a los salones londinenses con su ingenio. Fue acusado de sodomía, enjuiciado, condenado, y recluido en la cárcel de Reading. Murió en 1900, en el exilio, arruinado material y espiritualmente. Hoy, de su extensa obra que incluye poemas, cuentos infantiles, obras de teatro, libros de ensayos, una novela, y cientos de epigramas, son estos últimos los más leídos gracias a la explosión de las redes sociales. Escribió Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti” , frase que han traducido los asesores de imagen simplemente como: Que hablen de ti, aunque sea mal . Esta recet...