Ir al contenido principal

¿De qué hablamos cuando hablamos de escritores colombianos?



Muy bien, empecemos haciendo una pequeña aclaración: cuando me decidí a escribir este texto, pensaba no en lectores experimentados sino, en un público más abierto, en lectores en potencia o, en lectores con un buen bagaje de lecturas. Al fin de cuentas, creo que puede ser un escrito para cualquiera… 

Me decidí a hablar sobre este tema por una frase que dijo Juan Gabriel Vásquez en una entrevista sobre su último libro: las reputaciones y de paso, comentó lo que él ha logrado ver desde afuera sobre la literatura colombiana: “La literatura colombiana está pasando por un momento muy interesante”, asegura el escritor Bogotano ganador de premio Alfaguara en el 2011 con su novela: El ruido de las cosas al caer. Y estamos de acuerdo, la literatura colombiana está tomando un vuelo bastante amplio que es interesante seguirlo por tres razones puntuales: la primera, porque es importante que reconozcamos nuestra literatura como un ejercicio de denuncia a diversos casos que han sucedido y que la memoria no nos ha permitido guardar. Segunda, porque es la literatura un documento y una representación de nuestra cultura, de nuestra forma de ser y lo que hemos sido a través de los tiempos, y que nadie mejor que nosotros deberíamos conocer. Y última razón por la cual debemos seguir este vuelo de la literatura colombiana, porque siendo un país tan bajo en índices de lectura, es importante que también ésta empiece a levantar vuelo apoyando a los escritores colombianos y, dejando de un lado ese universo macondiano que hemos idolatrado todo este tiempo, obligándonos a seguir un canon de escritores a los cuales les damos la etiqueta universal de literatura colombiana.

El asunto ha radicado en que sólo consideramos literatura colombiana a los escritores de culto: García Márquez, Álvaro Mutis, Tomás Carrasquilla, Gardeazabal, Eduardo Caballero Calderón entre otros pocos. Teniendo en cuenta que el nombre de estos escritores nos ha llegado a nosotros de forma impuesta por el profesor de colegio por allá en el grado octavo cuando se ve la literatura colombiana. Se leen a los que se consideran los mejores escritores de Colombia. Pero ¿hasta cuándo vamos a seguir con este discurso? ¿Hasta cuándo vamos a considerar que después de Márquez la literatura sigue en nuestro país? Ha sido difícil, el camino que se han forjado los escritores en nuestro país los ha lleva a escribir fuera de éste y a su vez, a ser reconocidos y galardonados por su trabajo en las letras.

Hablemos de Juan Gabriel Vásquez, ganador de premio de la Real Academia de la lengua, finalista en Independent Foreign Fiction Prize en Reino Unido con Los informantes, premio en Barcelona y otros países. El escritor bogotano, ha sido reconocido a nivel internacional y traducido a más de cinco idiomas pero, sus obras en Colombia se comentan fugazmente entre la gente, los lectores no lo han descubierto en su totalidad. Así podemos hablar por ejemplo de Santiago Gamboa quien fue hasta diplomático y gran parte de su vida la ha pasado en Roma. Finalista en varios concursos en Europa y muy reconocido por libros como: Perder es cuestión de método, Necrópolis la cual ganó el premio la otra orilla y también, ha sido traducido a bastantes idiomas. 

La literatura en Colombia es ahora más cercana, aunque sus escritores no vivan acá su escritura está compuesta por escenarios de una Bogotá de los años ochenta o, un Medellín de grandes casas y llena de paisajes hermosos. Así como marcada por los diferentes hechos políticos y sociales que han perforado la existencia de este país. Otro tipo de escritores que viven este país también nos muestran otra cara de nuestra ciudad, de una Colombia que tiene mucho más que exponer que violencia, como en el caso de Héctor Abad Fasciolince con libros como: El olvido que seremos o basura. Algo más local, más capital como Mario Mendoza con sus libros policiacos: Relato de un asesino o Scorpio city. Son obras que hablan de lo cotidiano, de lo que ha sido nuestra existencia en estas calles del país del sagrado corazón de Jesús, de la lechona y el tamal tolimense. 

El asunto no está en criticar a Márquez porque escribió lo que escribió, se trata de ver que después de él o de Mutis, la literatura siguió y no habla de mujeres que se van con una sábana volando por los cielos, ni de una mansión donde habita todo lo inmoral, se trata de comprender que la literatura narra cosas más reales, más políticas, más nuestras, pues macondo es tan lejano a boyacenses como a un cachaco, un guajiro o un paisa. Y aunque esto no es un problema, porque la literatura da la facilidad de volar con historias, es sólo una parte, una mancha de un gran cuadro que se llama literatura colombiana. 

Si se quiere un tono más poético, podemos hablar de Piedad Bonet entre más poetas que están exponiendo sus obras a una sociedad, a una cultura que no quiere desprenderse de las mariposas amarillas ni de los pelotones de fusilamiento.

Y así podemos alargar la lista de autores que son reconocidos fuera del país, escritores que hablan de Colombia con sus cosas buenas y cosas malas, es todo un andamiaje que podemos encontrar en obras como las de Jorge Franco, Mario Mendoza, Ricardo silva, William Ospina, Andrés Felipe Solano, Fernando Vallejo, Chaparro Madiedo, Evelio rosero, Laura Restrepo y así, entre diversas generaciones, estos escritores abren paso para que los lectores se encuentren con más historias, con relatos que vayan de la mano con lo que es más cercano a cada uno de nosotros. 

Estos escritores que día a día se toman el trabajo enserio, con rigurosidad –como diría Vásquez-, son los que están transformando y llevando las letras de nuestro país a otros ámbitos, a otro reconocimiento de nuestra cultura en lugares tan lejanos como China o Japón, lo más curioso, es que ellos, los de allá del otro lado del charco, ya saben que Colombia no es Márquez y que Márquez no es la literatura colombiana.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cinco poemas para un regreso

Por Carlos Alberto Castrillón* Me piden que escoja los cinco poemas de autores quindianos que más me gustan. De inmediato la mente se activa y permanece alerta por un buen rato. Regresan las viejas lecturas y los momentos gratos que la poesía favorece. La memoria se pone en “modo taxonómico”, pero al poco tiempo las jerarquías entran en crisis. Debo incluir un poema de El libro de los fantasmas, de Luis Vidales, poemario un tanto menospreciado ante el brillo de Suenan timbres; el poema ha estado marcado en ese libro desde hace 30 años. Es obligatorio agregar la poderosa «Canción del amor fugaz», de Carmelina Soto, que considero un ejemplo perfecto de su poética rebelde y autónoma. Un poema de Ricardo Cuéllar es indispensable para recordar una poesía densa y perdurable con la que conecté sin dificultades cuando la conocí tardíamente. Para el balance de tono, ya escogí uno de Omar García Ramírez, que ofrece el contraste perfecto, con la lucidez y el descreimiento que admiro en su poes...

Buenos Aires en cinco poemas

Pablo Di Marco      Tantas veces me han pedido mi opinión sobre temas de los que no tengo la menor idea, tantas veces me han pedido que escriba artículos sobre cuestiones inverosímiles…  Hoy podré darle un respiro a mi inutilidad. ¿Por qué? Porque los amigos de Revista Corónica quieren saber cuáles son mis cinco poemas favoritos que giren en torno a Buenos Aires. No se me ocurre trabajo más sencillo y grato. Podría nombrar cincuenta. Buenos Aires transpira literatura. En cada esquina, farol y empedrado se esconde la huella de algún poema, cuento o novela. No nombraré a los mejores, nombraré a los más queridos, a esos que viajan siempre conmigo, esos que recito y tarareo sin siquiera pensarlo.   “Setenta balcones y ninguna flor” de Baldomero Fernández Moreno      Este poema eclipsó al resto de la obra de Baldomero Fernández. ¿Cuál es su secreto? Intuyo que una irresistible alquimia de encanto, inocencia y sencil...

Cinco cuentos de Santander, por Daniel Ferreira

La gente quería un favor pero no lo pedía. No había fórmulas de deferencia, porque era una sociedad sin castas. No se usaba más que una forma del pronombre para el trato: usted. Lo cual creaba distancia en la conversación. Se llegó a confundir esa parquedad con agresión, hasta que se aceptó como una forma de la autonomía y acaso de la timidez, porque la mayoría sigue siendo una población de origen campesino y de autosuficientes madres solteras. No hubo esclavitud africana en ese territorio, pero sí alcabalas indígenas con impuestos infames. A las etnias rebeldes de origen Caribe que poblaron las riberas del río grande que llamaban Caripuaña o río de los muertos, se les persiguió y fueron diezmadas por los españoles con un arma bacteriológica: dejaban abandonados en medio de los pueblos indígenas a un enfermo con viruela. Pipatón lideró la resistencia indígena hasta que fue capturado y llevado al panóptico donde le dejarretaron los pies para impedir su fuga. El primer alzamiento cont...

Discurso de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura 2022

Annie Ernaux, Premio Nobel, diciembre 2022 fuente: wmagazín Discurso de Annie Ernaux por el Premio Nobel de Literatura 2022. Traducción del francés de la revista mexicana Pijamasurf : ¿Por dónde empezar? Me he hecho esta pregunta decenas de veces delante de la página en blanco. Como si tuviera que encontrar la frase, la única, que me permitiera empezar a escribir el libro y barrer con mis dudas de golpe. Una especie de llave. Hoy, para afrontar una situación que, tras el estupor del acontecimiento –"¿de verdad me está pasando esto a mí?– mi imaginación me presenta con un miedo creciente, es la misma necesidad la que me abruma. Encontrar la frase que me dé la libertad y la firmeza para hablar sin temblar, en este lugar donde me han invitado esta noche. Esa frase, no necesito buscarla muy lejos. Surge. En toda su nitidez, su violencia. Lapidaria. Irrefragable. La escribí hace sesenta años en mi diario íntimo. "Escribiré para vengar mi raza". Se hacía eco del grito de Rimb...

CINCO POEMAS DEL MAGDALENA

Por: Angélica Hoyos Guzmán Es una tarea de canonistas escoger sólo cinco, sobre todo interpretando una definición de algo que aún se escapa de los más eruditos y sofisticados pensamientos ¿Qué es poesía? Me han pedido seleccionar cinco poemas del Magdalena colombiano y más allá de la filiación de esta tierra, me preocupa dejar por fuera algo o mucho dentro de mis preferencias. Por eso me remitiré al más común de todos los filtros, el de la publicación, o el más cercano que tengo, el de los libros que me han regalado y que son de poetas nacidos o adoptados por el Magdalena. Dejaré por fuera las fotos de Leo Matiz, aunque me parecen poesía pura; también se irá de este apartado “La piragua” que me lleva lugares de mi infancia y los más recónditos paisajes. Tendré que nombrar en lo que dejo a los decimeros del Departamento del Magdalena, quienes aún hoy cantan sus historias de la rivera. Es un acto de total injusticia escoger cinco poemas. Pero aquí voy a poner orden a mis afectos, ...

Luz e hilo, por Han Kang

Han Kang, Corea del sur, 1970, a utora de "La clase de Griego".  Discurso del Premio Nobel de Literatura 2024. *Traducido por e. yaewon y Paige Aniyah Morris. [Circular de prensa, reproducción de la HJCK] El pasado enero, mientras ordenaba mi trastero antes de una mudanza inminente, me encontré con una vieja caja de zapatos. La abrí y encontré varios diarios que databan de mi infancia. Entre la pila de diarios había un panfleto, con las palabras “Un libro de poemas” escritas a lápiz en la portada. El cuadernillo era delgado: cinco hojas de papel A5 tosco dobladas por la mitad y encuadernadas con grapas. Había añadido dos líneas en zigzag debajo del título, una línea que ascendía en seis pasos desde la izquierda, la otra descendía en siete pasos hacia la derecha. ¿Era una especie de ilustración de portada? ¿O simplemente un garabato? El año –1979– y mi nombre estaban escritos en la parte posterior del libro, con un total de ocho poemas escritos en las hojas interiores por la m...

I took Panamá

 I took Panamá : cómo sobornar a un político, por Julia Buenaventura , historiadora y crítica de arte.  En este video, veremos cómo Colombia le regaló a los Estados Unidos parte de su territorio ; cuando, en 1903, a través de sobornos y maquinaciones nefastas, entregó a Panamá. Lorenzo Marroquín , “hijo del ejecutivo”, tuvo implicación directa en esta historia. Una historia que cuento a través de la obra fantástica del teatro Popular de Bogotá, TPB, I took Panamá, 1975 . Al final del video vemos como se revirtieron las cosas por el trabajo del general Omar Torrijos . --JB  

Victoria Sur: un homenaje a Carmelina Soto

Rosa roja es una canción basada en el poema original de Carmelina Soto. “Rosa Roja,  forma parte del disco en  homenaje a la poeta quindiana, 8 poemas musicalizados por la cantautora Victoria Sur .   Proyecto apoyado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, Programa Nacional de Concertación Cultural y la Secretaría de Cultura de la gobernación del Quindío ROSA ROJA   (Poema Carmelina Soto/Música: Victoria Sur) Eres la sangre en breve arquitectura de corazón al viento acostumbrado, amor en rojo y en aroma pura nostalgias de gorrión enamorado. Quién te hizo rosa-fuego en la verdura esperanzada y férvida del prado? y ese sufrir de espinas y dulzura y jardín por alondras clausurado? En tu clara bondad de miel caliente, sombra casi de fruto sugerente entre nubes y pájaros soñando. Y en tu llama de sangre perseguida, indefinidamente indefinida, sigues por tu perfume caminando.

Slavoj Zizek, documental

Slavoj Žižek es un filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural esloveno. Su obra integra el pensamiento de Jacques Lacan con el materialismo dialéctico y en ella destaca una tendencia a ejemplificar la teoría con la cultura popular. Žižek utiliza en sus estudios ejemplos extraídos de la cultura popular, desde la obra de Alfred Hitchcock y David Lynch, hasta la literatura de Kafka o Shakespeare, además de problematizar autores olvidados por la academia como V. I. Lenin, Stalin y Robespierre y tratar sin remordimientos temas espinosos como el fundamentalismo, el anticapitalismo, la tolerancia, la subjetividad y lo políticamente correcto en la filosofía posmoderna. Asimismo, en contraposición con los postulados intelectuales de la izquierda universalista europea en general, y de los que Habermas define como postnacionales en particular, Žižek realiza una defensa abierta e inequívoca de los procesos soberanistas abiertos en Europa.

Fernando Vallejo: A carcajadas contra el mundo

A carcajadas contra el mundo: Una conversación con Fernando Vallejo sobre el humor en la literatura. Por: Facultad de comunicaciones y filología de la Universidad de Antioquia . 2024.