Una obra escrita y dirigida por Fabio Rubiano ha logrado una
catarsis en el público. Es una puesta en escena que vale la pena disfrutar en
el Teatro Nacional. Labio de liebre expone todos los miedos del ser humano, podemos
decir que es como una caja de pandora que en el momento de abrirse el telón,
salen todos y cada uno de los temores a los que el hombre se ve envuelto
constantemente. El miedo al olvido, al no ser reconocido invita al público y al
mismo personaje principal, a reflejarse en el otro, a reconocerse como ser
humano lleno de pasiones y deseos, lleno de intriga y temores que con el tiempo
se incrementan.
Un hombre ha cometido un delito y ha sido condenado en otro país,
tiene argumentos para justificar que su hecho se basa en una necesidad
política, pública y social, pero aunque estos argumentos pueden ser válidos, no
deja de ser un hecho descarnado y cruel. En los momentos de su condena en una
casa lejos de la ciudad, el hombre tiene que vivir con los recuerdos y las voces
de una familia que busca a todo lugar, ser reconocidos como víctimas de unas
políticas de las cuales nada tenían que ver. Una escenografía espectacular, da
la oportunidad de vincularse a la obra no como espectador de teatro sino como
un espectador de los hechos y los tormentos que el personaje principal está
sufriendo.
El arrepentimiento y el juego de roles es una de las
constantes de la obra la cual busca desde su inicio, cerrar la brecha que hay
entre las víctimas y los victimarios, pues es ver también la otra cara de la
moneda, la desesperación de quien por órdenes enviadas desde diferentes administraciones asesina y tortura de forma descarnada a una familia dejando consigo, una problemática
psicológica y social. Aunque la obra no habla específicamente de un país, no
hace falta entender que labio de liebre es una puesta en escena sobre nuestro
conflicto armado, sobre los falsos positivos, sobre la limpieza social, sobre
la arbitrariedad de las personas en las decisiones que según ellos, mejoran un
país.
Con momentos de intriga, humor y un drama completo, labio de
liebre es una obra que está escrita para
tomar conciencia y más allá de ello, para comprender que fuera de nuestro
entorno se mueve otros y esos, al igual que el nuestro también sufren
dificultades y problemas que seguramente, son mayor a los nuestros. El título
de la obra no es otra cosa que una metáfora que juega con el espectador y con
la misma historia, un niño con problemas de labio leporino es un detonante para
comprender también el olvido del gobierno en los problemas de salubridad y
bienestar de las personas que conforman ese Estado que de una u otra forma,
merecen una atención y una mayor preocupación. El campesino es la base sólida
de toda sociedad, aunque no se quiera aceptar, estos hombres y mujeres que
todos los días se levantan muy temprano a recoger los cultivos, a sembrar, a
ordeñar y cuidar de la tierra, han sido nuestros antepasados, nuestra base
económica nuestro sustento. Ellos al igual que nosotros los “civilizados”
también merecen respeto y aceptación y sobre todo, merecen vivir y ser parte de
un desarrollo político y global, algo más que no sea el olvido.
Todo lo que necesita saber sobre la obra lo encuentra en: Teatro Nacional
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