Desde hace dos años para esta época he intentado recomendar
tres o cuatro libros para leer antes de terminar el año. Es como un deber de
lector o como un deber con los autores que valen la pena leer más temprano que
tarde. Gracias a que la revista Corónica me ha brindado este espacio, creo que
es importante aportar con algunas sugerencias de lecturas que seguramente a
algunas personas les hará bien y a otras, simplemente les sirve como inventario
para corroborar si ya se ha pasado o falta por pasar por algunos de estos
escritores.
En esta ocasión he querido compartir cuatro libros que me
marcaron de una u otra forma. El punto central de los textos es la psicología,
en este punto hablamos de la forma en que los escritores descubren y exponen lo
más profundo de sus personajes, los llevan a límites sorprendentes donde la
psique juega un papel fundamental. Estos personajes deben hacer una
introspección hasta tal punto de encontrarse consigo mismo y su pasado que de alguna u otra forma, los
está atormentando tanto, que sólo queda enfrentarlo y aliviar los dolores.
Debo aclarar que mi afición por los escritores colombianos
ha crecido de forma favorable y desproporcionada, no quiere decir que hace poco
los haya descubierto, sino que he encontrado libros con una narrativa impecable
que vale la pena examinar.
Los Caballitos del
diablo – Tomás González
Es la historia de un hombre que al ver como su familia se
desintegra de a poco, decide comprar un cafetal con su esposa para vivir allí
un poco retirados de la ciudad. El asunto radica en que aquel hombre lo que
está buscando es alejarse lo máximo que se pueda y crear un paraíso propio, una
ciudad propia, un mundo alienado en donde él y su esposa puedan vivir
tranquilos. Con los años, este hombre que se ha convertido en un ermitaño, por
andar entre la hierba y el cafetal, ha olvidado a su esposa e hijos, tanto así,
que ya no sabe cuándo es de día ni de noche.
Tomás González es quizás uno de los escritores más
prolíferos que ha tenido Colombia. Su producción literaria es conocida en
Europa y Norteamérica, en donde sus libros han tenido que ser reeditados
gracias al gusto que hay por las historias del escritor antioqueño. A inicios
de este año publicó su más reciente novela: Niebla
al mediodía y recibirá en Estados Unidos un premio por su primera novela: Primero estaba el mar. Es un escritor
misterioso que no gusta de ver gente, no le gustan las fotos ni mucho menos los
periodistas.
Tokio Blues, Norwegian
Wood – Haruki Murakami
Watanabe después de muchos años regresa a Alemania, antes de
descender del avión una canción the Beatles suena y su melodía lo transporta al
pasado, a los años de felicidad con su mejor amigo Kizuki y su novia Naoko, tres
amigos que rompieron su lazo de amistad por culpa del suicidio de Kizuki,
dejando a Naoko y Watanabe con una gran depresión que llevó a Naoko a un centro
de reclusión psiquiátrico. Ahora la preocupación es por la joven Naoko,
Watanabe se encuentra en un dilema, nace en él un gusto por su amiga que lo
lleva a desearla y a buscar por todos los medios saciar ese deseo. Cuida de
ella como si fuera su amigo Kizuki, pero este asunto amoroso se ve interrumpido
cuando recibe la noticia del suicidio de Naoko. Toda la historia es un ejercicio
de la memoria que lo arrastra al olvido de sí y al vacío de la existencia.
Murakami es uno de los autores más reconocido de Asía, pero
también, es uno de los más odiados en su país: Japón, quien no le atribuye un
reconocimiento ya que, según ellos, Murakami habla mal de la sociedad japonesa
y habla de hechos que no son reales. Por esa razón, este escritor ha buscado
más un sentido de occidentalización en donde sus historias han tomado vuelo y
han sido premiadas con galardones de gran importancia. Más de una vez, ha
estado en el listado de escritores que podrían ganar el nobel de literatura.
El Cerco de Bogotá
– Santiago Gamboa
Es un libro compuesto por cinco cuentos que narran la vida
de un reportero de guerra. Las historias muestran a una Bogotá destruida y
militarizada, con problemas políticos por doquier y con un centenar de muertos
y zonas peligrosas en donde tiempos atrás, eran lugares en donde los
capitalinos disfrutaban con sus familias. Las historias no son más que un
pequeño reflejo de la vida como reportero de Gamboa que muchas veces viajó al medio oriente para cubrir algunas de
las guerras que allí se vivieron.
Gamboa es uno de mis escritores de cabecera, con él aprendí
diversas formas de narrar esta ciudad y de ver la literatura como un viaje al
cual si se quiere, siempre se puede regresar o si no, siempre el lector será un
Ulises el cual, navegará por aguas que en muchas ocasiones no son tranquilas.
Su última novela: Una casa en Bogotá, muestra esa admiración y el deseo de volver a
la ciudad que lo vio partir cuando tenía 18 años y que hasta ahora, no ha
vuelvo de forma permanente, pues no ha tenido la oportunidad de mostrarle a
aquella ciudad que su sueño se cumplió: el sueño de ser escritor.
El ruido de las cosas
al caer – Juan Gabriel Vásquez
Antonio un profesor de universidad y un día se ve envuelto en la trágica muerte de Ricardo Laverde. Un hombre que conoció en un billar y que acompañó a escuchar una grabación, una tarde es asesinado por unos sicarios y desde ese día, la vida de Antonio no es la misma, pues empieza a sufrir una depresión profunda que lo obliga a dejar su familia para ir tras los pasos de Ricardo, quien lo único que dejó, fue una grabación de la muerte de su esposa en un avión y una hija de nombre Maya que vive en Doradal. Estas pocas pistas le sirven a Antonio para poder entender que su vida está envuelta a la de un hombre que se va de este mundo sin dar muchas explicaciones y solo en el momento de entender toda la verdad, Antonio se pregunta por el valor de la vida.
Juan Gabriel Vásquez es el autor más fuerte del grupo de mis
escritores de cabecera. Con él descubrí el ejercicio de la historia a través de
la pregunta y cómo hacer una novela con el hecho de traer a colación esos
asuntos históricos que de una u otra forma, hicieron parte de nuestra vida y
que hemos olvidado porque no han sido tan influyentes, que no vale la pena
recordarlos. Es uno de los escritores más traducidos y galardonados que tiene
Colombia en este momento, es comparado con Vargas Llosa y Borges y cada vez, se
consolida como uno de los escritores con más proyección al nuevo nobel
latinoamericano.
¿De qué año es ésta selección? Recuerdo haber leído los que mencionas hace varios años. Norwegian Wood – Haruki Murakami la leí en inglés. Igual los cuatro los disfruté. Abraham entre bandidos, me lo gocé y tuve el privilegio de conocer a Tomás González en Pereira un tipo sensacional.
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