Juliana
Gómez Nieto
El ejercicio de seleccionar
es de por sí reflexivo, sobre todo cuando se trata no sólo de diversidad, sino de
exuberancia; como en el caso de la poesía chilena. Partiendo de que toda
selección es un recorte subjetivo y contingente voy a presentar cinco poemas
que elegí para contar qué es lo que más me gusta de ésta, a través de poetas,
con quienes por alguna extraña razón resueno, y que pueden no ser los más
importantes o conocidos sino aquellos a quienes les tengo un particular
aprecio.
¿Pues qué es la selección de un poema si no un
ejercicio mediado por el capricho emocional, más que por la razón? Y convengamos
que un poema nos puede gustar por tal o cual rasgo, recurso o temática. Pero
además de lo argumentable, lo mejor de un poema para mí, es cuando tiene algo
indescifrable que lo lleva a uno a habitarlo en lugar de simplemente leerlo o
escucharlo. Esos son los que he seleccionado.
Con la palabra Chile mi mente evoca imágenes
poéticas y al mismo tiempo disputas y resistencias, por lo que me atrevo a
decir que es un lugar fértil para los poetas. Por lo tanto, elegir sólo cinco
es tan difícil como tener que elegir mis frutas preferidas en un país donde hay
duraznos, damascos, ciruelas, arándanos, uvas, etc. Pero como en la variedad
está el placer, partiré de esa premisa y presentaré poetas dulces, ácidos,
amargos y astringentes.
Inmersa en ese
ejercicio selección me detengo a pensar cuáles son las imágenes con las que
asocio a Chile y hay dos palabras que me vienen de inmediato: cordillera y dictadura.
Luego el universo se amplía y empiezan a aparecer olores y paisajes: el pacífico,
el vino, el merkén, la cordillera, el desierto, La Patagonia; y como si fuera
un territorio paralelo: la poesía con todas sus islas y archipiélagos.
Tuve la oportunidad de visitar tres veces Chile
y conocer su exuberante biodiversidad, el misterio de su salvaje, vasta y
surreal belleza. Esas experiencias influyeron en mi relación con ese territorio
poético y geográfico. Así que presentaré a los poetas por los del norte, los
del centro y los del sur, que fueron los lugares por donde anduve.
Empezaré
por el Norte:
“Dos de noviembre” de
Stella Díaz Varín
Stella
Díaz Varín nació en La Serena. Fue una importante poeta, militante y escritora de
la Generación Literaria del Cincuenta cuya poesía -a modo de metáfora-
catalogaré como astringente. El siguiente poema remite a una de las palabras
con las que asocio Chile: dictadura.
No quiero
Que mis muertos descansen en paz
Tienen la obligación
De estar presentes
Vivientes en cada flor que me robo
A escondidas
Al filo de la medianoche
Cuando los vivos al borde del insomnio
Juegan a los dados
Y enhebran su amargura.
Que mis muertos descansen en paz
Tienen la obligación
De estar presentes
Vivientes en cada flor que me robo
A escondidas
Al filo de la medianoche
Cuando los vivos al borde del insomnio
Juegan a los dados
Y enhebran su amargura.
Los conmino a estar presentes
En cada pensamiento que desvelo
En cada pensamiento que desvelo
No quiero que los míos
Se me olviden bajo tierra
Los que allí los acostaron
No resolvieron la eternidad
Se me olviden bajo tierra
Los que allí los acostaron
No resolvieron la eternidad
No quiero
Que mis muertos me los hundan
Me los ignoren
Me los hagan olvidar
Aquí o allá
En cualquier hemisferio
Que mis muertos me los hundan
Me los ignoren
Me los hagan olvidar
Aquí o allá
En cualquier hemisferio
Los obligo a mis muertos
En su día
Los descubro, los trasplanto
Los desnudo
Los llevo a la superficie
A flor de tierra
Donde está esperándolos
El nido de la acústica.
En su día
Los descubro, los trasplanto
Los desnudo
Los llevo a la superficie
A flor de tierra
Donde está esperándolos
El nido de la acústica.
Ahora vamos a los el
centro del país. Tengo para decir, que uno nació en Santiago y el otro en San
Fabían de Alico, o sea un poco más al sur, pero no tanto como los que
presentaré más adelante. Agregaré que ambos están entre mis poetas favoritos no
sólo de la poesía chilena sino universal y por lo tanto se hace más difícil
elegir un sólo poema. La poesía del primero es para mí de un dulzor amargo y la
del segundo es ácida: la combinación de estos dos sabores me agrada.
“La poesía es un atentado celeste” de Vicente
Huidobro
Yo estoy ausente pero
en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí
mismo
Y esta espera es otro
modo de presencia
La espera de mi
retorno
Yo estoy en otros
objetos
Ando en viaje dando
un poco de mi vida
A ciertos árboles y a
ciertas piedras
Que me han esperado
muchos años
Se cansaron de
esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy
presente en estado de espera
Ellos querrían mi
lenguaje para expresarse
Y yo querría el de
ellos para expresarlos
He aquí el equívoco
el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en
estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las
carnes
Y mi esqueleto se va
revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo
árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
otras cosas...
Es doloroso y lleno
de ternura
Podría dar un grito
pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar
silencio Esperar en silencio
“Los
profesores” de Nicanor Parra
Los profesores nos
volvieron locos
a preguntas que no
venían al caso
cómo se suman números
complejos
hay o no hay arañas
en la luna
cómo murió la familia
del zar
¿es posible cantar
con la boca cerrada?
quién le pintó
bigotes a la Gioconda
cómo se llaman los
habitantes de Jerusalén
hay o no hay oxígeno
en el aire
cuántos son los
apóstoles de Cristo
cuál es el
significado de la palabra consueta
cuáles fueron las
palabras que dijo Cristo en la cruz
quién es el autor de
Madame Bovary
dónde escribió
Cervantes el Quijote
cómo mató David al
gigante Goliat
etimología de la
palabra filosofía
cuál es la capital de
Venezuela
cuándo llegaron los
españoles a Chile
Nadie dirá que
nuestros maestros
eran unas
enciclopedias rodantes
exactamente todo lo
contrario:
unos modestos
profesores primarios
o secundarios no
recuerdo muy bien
—eso sí que de bastón
y levita
como que estamos a
comienzos de siglo—
no tenían para qué
molestarse
en molestarnos de esa
manera
salvo por razones
inconfesables:
a qué tanta manía
pedagógica
¡tanta crueldad en el
vacío más negro!
Dentadura del tigre
nombre científico de
la golondrina
de cuántas partes
consta una misa solemne
cuál es la fórmula
del anhídrido sulfúrico
cómo se suman
fracciones de distinto denominador
estómago de los
rumiantes
árbol genealógico de
Felipe II
Maestros Cantores de
Nuremberg
Evangelio según san
Mateo
nombre cinco poetas
finlandeses
etimología de la
palabra etimología
Ley de la gravitación
universal
a qué familia
pertenece la vaca
cómo se llaman las
alas de los insectos
a qué familia
pertenece el ornitorrinco
mínimo común múltiplo
entre dos y tres
hay o no hay
tinieblas en la luz
origen del sistema
solar
aparato respiratorio
de los anfibios
órganos exclusivos de
los peces
sistema periódico de
los elementos
autor de Los Cuatro
Jinetes del Apocalipsis
en qué consiste el
fenómeno llamado es-pe-jis-mo
cuánto demoraría un
tren en llegar a la luna
cómo se dice pizarrón
en francés
subraye las palabras
terminadas en consonante
La verdad de las
cosas
es que nosotros nos sentábamos
en la diferencia
quién iba a
molestarse con esas preguntas
en el mejor de los
casos apenas nos hacían temblar
únicamente un malo de
la cabeza
la verdadera verdad
de las cosas
es que nosotros
éramos gente de acción
a nuestros ojos el
mundo se reducía
al tamaño de una
pelota de fútbol
y patearla era
nuestro delirio
nuestra razón de ser
adolescentes
hubo campeonatos que
se prolongaron hasta la noche
todavía me veo
persiguiendo
la pelota invisible
en la oscuridad
había que ser búho o
murciélago
para no chocar con
los muros de adobe
ése era nuestro mundo
las preguntas de
nuestros profesores
pasaban gloriosamente
por nuestras orejas
como agua por espalda
de pato
sin perturbar la
calma del universo:
partes constitutivas
de la flor
a qué familia
pertenece la comadreja
método de preparación
del ozono
testamento político
de Balmaceda
sorpresa de Cancha
Rayada
por dónde entró el
ejército libertador
insectos nocivos a la
agricultura
cómo comienza el
Poema del Cid
dibuje una garrucha
diferencial
y determine la
condición de equilibrio
El amable lector
comprenderá
que se nos pedía más
de lo justo
más de lo que
estrictamente necesario:
¿determinar la altura
de una nube?
¿calcular el volumen
de la pirámide?
¿demostrar que raíz
de dos es un número irracional?
¿aprender de memoria
las Coplas de Jorge Manrique?
déjense de pamplinas
con nosotros
hoy tenemos que
dirimir un campeonato
pero llegaban las
pruebas escritas
y a continuación las
pruebas orales
(en unas de fregar
cayó Caldera)
con una regularidad
digna de mejor causa:
teoría
electromagnética de la luz
en qué se distingue
el trovador del juglar
¿es correcto decir se
venden huevos?
¿sabe lo que es un
pozo artesiano?
clasifique los
pájaros de Chile
asesinato de Manuel
Rodríguez
independencia de la
Guayana Francesa
Simón Bolívar héroe o
antihéroe
discurso de
abdicación de O'Higgins
ustedes están más
colgados que una ampolleta
Los profesores tenían
razón:
en verdad en verdad
el cerebro se nos
escapaba por las narices
—había que ver cómo
nos castañeteaban los dientes—
a qué se deben los
colores del arcoiris
hemisferios de
Magdeburgo
nombre científico de
la golondrina
metamorfosis de la
rana
qué entiende Kant por
imperativo categórico
cómo se convierten
pesos chilenos a libras esterlinas
quién introdujo en
Chile el colibrí
por qué no cae la
Torre de Pisa
por qué no se vienen
abajo los jardines flotantes de Babilonia
¿por qué no cae la
luna a la tierra?
departamentos de la
provincia de Ñuble
cómo se trisecta un
ángulo recto
cuántos y cuáles son
los poliedros regulares
éste no tiene la
menor idea de nada
Hubiera preferido que
me tragara la tierra
a contestar esas
preguntas descabelladas
sobre todo después de
los discursos moralizantes
a que nos sometían
impajaritablemente día por medio
¿saben ustedes cuánto
cuesta al estado
cada ciudadano
chileno
desde el momento que
sale de la universidad?
¡un millón de pesos
de seis peniques!
Un millón de pesos de
seis peniques
y seguían
apuntándonos con el dedo:
cómo se explica la
paradoja hidrostática
cómo se reproducen
los helechos
enuméreme los
volcanes de Chile
cuál es el río más
largo del mundo
cómo se reproducen
los elefantes
inventor de la
máquina de coser
inventor de los
globos aerostáticos
ustedes están más
colgados que una ampolleta
van a tener que irse
para la casa
y volver con sus
apoderados
a conversar con el
Rector del Establecimiento
Y mientras tanto la
Primera Guerra Mundial
Y mientras tanto la
Segunda Guerra Mundial
La adolescencia al
fondo del patio
La juventud debajo de
la mesa
La madurez que no se
conoció
La vejez
con sus alas de
insecto.
Para terminar mi
fugaz recorrido por este territorio poético presentaré a los del sur,
comenzando por una poeta mapuche-huilliche contemporánea no muy conocida, cuya
poesía tiene para mí un sabor dulce. Y para cerrar, un poema de uno de esos
poetas que lo suele dejar a uno -tras leerlos- con una especie de sin sabor.
“Yo pecadora” de Roxana Miranda Rupailaf
Confieso que le he
robado el alma al corazón de Cristo,
que maté una flor por
la espalda
y le disparé a una
cigüeña.
Confieso
que me comí todas las
manzanas
y que suspiro tres
veces
al encenderse la
luna.
Que le mentí a la
inocencia
y golpeé a la
ternura.
Confieso que he
deseado a mis prójimos
y que tengo
pensamientos impuros
con un santito.
Confieso que me vendí
por dinero.
Que no soy yo
y que he pecado de
pensamiento
palabra y omisión.
Y confieso que no me
arrepiento.
“Cuando
todos se vayan” de Jorge Teiller
Cuando todos se vayan
a otros planetas
yo quedaré en la
ciudad abandonada
bebiendo un último
vaso de cerveza,
y luego volveré al
pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la
taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no
tendré nada que hacer,
sino echarme
luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas
de rieles oxidados
o sentarme en el
roído mostrador de un almacén
para hablar con
antiguos compañeros de escuela.
Como una araña que
recorre
los mismos hilos de
su red
caminaré sin prisa
por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi
casa
donde me encerraré a
escuchar
discos de un cantante
de 1930
sin cuidarme jamás de
mirar
los caminos infinitos
trazados por los
cohetes en el espacio.
Si usted quedó con
ganas de saber un poco más sobre Chile y su historia, su geografía, su poesía.
Lo invito a ver tres documentales de Patricio Guzmán que para mí son cercanos
al universo poético: Nostalgia de la luz, El botón de nacar y La batalla de
Chile.
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